El AVE «gallego» de Arabia ya está listo

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

VÍTOR MEJUTO

El consorcio español, con la ourensana Copasa, finaliza las obras del tren a La Meca, que arrancará en enero

05 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El AVE entre La Meca y Medina, dos ciudades santas del islam, es ya una realidad. Una realidad de 450 kilómetros de raíles y comunicaciones y cuatro macroestaciones, una gigantesca obra en medio de un desierto de piedra y arena en Arabia Saudí a cargo de un consorcio español en el que tiene un papel clave la constructora gallega Copasa. Toda la línea está ya preparada y solo queda empezar a poner los trenes a funcionar, algo que sucederá, en pruebas, a partir de enero. Cuando finalice el primer trimestre del 2018 se espera poder establecer las conexiones comerciales para mover hasta 160.000 pasajeros al día. Está pensado exclusivamente para peregrinos que acuden a esas dos ciudades y ahora solo se pueden mover en autobuses por una inmensa carretera. Toda esta infraestructura ha costado casi 6.800 millones de euros.

El grupo ourensano que preside José Luis Suárez -del que es además máximo accionista- estuvo al cargo de tres tramos con un total de 240 kilómetros. En junio completó el montaje de vía entre las estaciones de Yeda y La Meca. Lo que más le costó a esta firma fue la llegada a esta última ciudad por los sucesivos retrasos acumulados por el consorcio chino-saudí responsable de la plataforma, producidos sobre todo por un desmonte a la salida de Yeda. Ahora los trabajos pendientes se limitan a la nivelación, soldadura y tensiones, algo que finalizará en noviembre.

El resto del tendido (209 kilómetros) lo ejecutó OHL, la firma de Villar Mir, que ahora trabaja en la conexión de la vía al aeropuerto internacional de Yeda, justo entre La Meca y Medina.

La presencia gallega en esta laboriosa infraestructura en el desierto se vio claramente tanto en la presencia de jefes de obra como de personal de subcontratas y hasta de restauración para el campamento que tenía Copasa en esa zona, junto a un taller o una fábrica de canaletas; todo, en medio de la nada, y algunos meses a más de 50 grados de temperatura. Había alrededor de medio centenar de trabajadores gallegos, de un contingente que llegó a mover a 200 personas desde España, y medio millar de empleados locales. Buena parte de todo ese operativo se ha desmontado ya, pero en Arabia Saudí -un país complejo para trabajar por sus condiciones climática, pero también políticas- se quedará personal para el mantenimiento de la vía durante 12 años.