A la cabeza en precios en banda ancha, pero no en cobertura

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Álvaro Ballesteros

Galicia ha avanzado en la convergencia digital con la UE, pero muchas zonas rurales siguen muy atrasadas

04 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos días, la Comisión Europea hizo públicos unos datos muy reveladores: en los precios de acceso a la banda ancha España está con los precios más caros, con 43 euros de media en la horquilla que va de 12 a 30 megas, y con 46 por encima de la velocidad entre 30 y 100. Un dato que contrasta, por ejemplo, con los precios de Suecia, hasta cuatro veces inferiores. Mientras España está a la cabeza en coste, no puede decirse lo mismo en cuanto a la cobertura, que está ligeramente por encima del 70 % y por debajo de la media europea, situada en el 74 %.

A lo largo de los últimos años, es indudable que Galicia ha avanzado en la convergencia digital con la UE, pero esto es algo más aplicable a su franja atlántica, y más poblada, que al resto de la comunidad. En la cobertura de redes fijas de acceso a Internet a una velocidad razonable -por ejemplo los 30 megas que la Xunta y la UE se marcan como objetivo- es donde aparece con más nitidez la brecha digital interna entre la costa y el interior.

En España había una empresa pública y una red que también lo era, pero, una vez privatizada, la gestionan con criterios de ofrecer máxima calidad allí donde es más rentable; es decir, donde hay más demanda. Un escenario que en la comunidad está contrapesado por otra empresa, R, que tiene una red propia.

En cualquier caso, esto pone encima de la mesa el interrogante de hasta qué punto resultará sencillo corregir el desequilibrio territorial en términos de acceso a las tecnologías de la comunicación. A la hora de explicar por qué tenemos los precios más altos de Europa, por ejemplo, convendría recordar que solo tres empresas del sector TIC controlan el 94 % del mercado, según los últimos datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Menos competencia

Un grado de concentración muy superior al que existe, por ejemplo, en el sector bancario. Y que explica, por ejemplo, la menor competencia de precios y, sobre todo, el menor interés por las zonas rurales que precisan avanzar en la convergencia digital, como ocurre en muchas comarcas gallegas.

Según los datos del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, para la velocidad objetivo actual de la Unión Europea (más de 30 megas), Galicia se encontraría muy por debajo de la media española, con un 61 % de cobertura frente al 75 %. Sin embargo, esta brecha se agranda mucho más si se toma como referencia la Galicia interior (Lugo tiene un 55 %) o la propiamente rural (ayuntamientos de menos de 2.000 habitantes), donde la proporción es del 15 %.