Ferroglobe le pasa la pelota a la Xunta

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS RODRÍGUEZ

El acuerdo de la empresa con los sindicatos estatales deja a merced de la Administración la venta de las centrales

11 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ferroglobe, la multinacional de las ferroaleaciones participada en su mayoría por Ferroatlántica, la compañía del grupo Villar Mir dueña de las fabricas de Cee-Dumbría y Sabón (Arteixo), así como las hidroeléctricas del Xallas y el Grande, en la Costa da Morte, necesitaba un acuerdo con los trabajadores para segregar sus actividades y venderle las centrales a la canadiense Brookfield. Ya lo tiene, aunque no reconocido por los trabajadores de Cee y Dumbría, y ahora queda en manos de la Xunta concederle o no las autorizaciones administrativas para llevar a cabo la operación.

¿Qué pretende la empresa Ferroglobe?

Segregar la generación de energía de la producción de ferroaleaciones. Esto le permitiría sacar adelante el acuerdo de venta de las centrales con Brookfield, que ya ha sido anunciado a las autoridades bursátiles estadounidenses y británicas. Con el dinero recibido aspira a reconducir su complicada situación financiera e implementar un plan industrial, con mejoras en las fábricas existentes y una apuesta importante por el silicio solar, destinado a la industria de la generación eléctrica renovable. Esto le permitiría encarar su futuro con perspectivas muy diferentes después de la fusión de Ferroatlántica con la británica Globe, que prometía destacar al grupo como referencia mundial del sector de las ferroaleaciones pero que, hasta el momento, mantiene a la compañía en una situación de incertidumbre. Su propio presidente, Pedro Larrea, que calificó ayer en Radio Voz como «un ejercicio de responsabilidad» el acuerdo alcanzado, afirma que si no se produce la venta «conllevaría inevitablemente cierre de instalaciones, deslocalización y reducción de plantilla».

¿Qué se juega la Costa da Morte en esta operación?

La caída de Ferroatlántica, bien por estos recortes que anuncia Larrea o porque la degradación de las fábricas siguiese avanzando por falta de inversiones, sería una golpe durísimo para varios municipios de la zona, especialmente los de Cee y Dumbría. Los 250 puestos de trabajo directos de una calidad muy superior a la media de la zona y todo el empleo indirecto que generan constituye uno de los pilares fundamentales de la economía local y juega un papel muy importante en la activación de otros sectores, como el del comercio, la alimentación o la hostelería.

¿Quién quiere comprar y por cuanto dinero?

Ferroglobe tiene una oferta sobre la mesa del grupo inversor canadiense Brookfield, con cierto peso a nivel mundial en el sector de las energías renovables y que está dispuesto a comprar las centrales del Xallas y el Grande, incluidas las tres que están en construcción, por 255 millones de euros. Teniendo en cuenta que Ferroglobe perdió el año pasado 150 millones, que se encuentra inmersa en «un proceso de refinanciación complicado», como dice Larrea, asegura depender del dinero de la venta para implementar su plan industrial que valora en 200 millones. Una oferta con la que promete crear, de aquí al 2021, un total de 940 puestos entre directos e indirectos. Además, se compromete a garantizar durante al menos siete años los empleos existentes.

¿Qué argumentos tienen los que se oponen?

Trabajadores, alcaldes y partidos políticos consideran que las centrales son la única garantía de mantenimiento de la actividad industrial en Cee-Dumbría, con lo que entienden que venderlas abriría la puerta al desmantelamiento de las factorías. La líder del BNG, Ana Pontón, aseguró ayer que la única intención de Villar Mir es «facer caixa coas centrais para compensar investimentos ruinosos fóra de Galiza», con lo que llamó a Feijoo a «pararlle os pés».

¿Qué dice la Xunta?

El vicepresidente Alfonso Rueda se reafirmó ayer en los criterios defendidos desde el principio de «manter a actividade industrial e os empregos». Señaló que no puede haber una postura oficial porque Ferroglobe no ha presentado petición alguna.

Los delegados de Cee-Dumbría acusan de traición a UGT y CC.OO.

«Traidores» o «desvergoñados» son solo algunos de los calificativos que ayer les dirigieron los delegados de UGT y CC.OO. en Cee-Dumbría a los representantes estatales de sus respectivos sindicatos que firmaron el acuerdo con la empresa en contra de la voluntad de los trabajadores de la Costa da Morte y cuando, según ellos, se habían comprometido a que no lo harían sobre la base de la venta de las centrales.

De ahí que ayer mismo presentasen todos ellos, los cuatro de UGT y los tres de CC.OO., que juntos suman la mayoría de la representación -la CIG tiene seis-, su baja de los respectivos sindicatos, aunque mantienen las actas como independientes.

«Sentímonos traizoados pola central sindical, así que abandonamos o sindicato xa que asinou coa empresa Villar Mir un acordo que vai en contra dos intereses dos traballadores da fábrica e da comarca», señalan los de Comisiones en un comunicado, en el que califican la decisión de «decepcionante».

«Con este acordo non se respectou a nosa postura, non se respectou aos afiliados, non se respectou aos traballadores da fábrica e non se respectaron as mobilizacións que levamos feitas, sobre todo a do 10 de marzo, co cal non se respectou o sentir dunha comarca», añaden los de UGT, que ya no se sienten «representados por estas siglas».