Hay una empresa que garantiza siete años sin despidos

ECONOMÍA

Mil veces se ha dicho que la Costa da Morte se muere. Pero no es del todo cierto. En estos momentos se deshoja una margarita económica que pasa por la venta de las cinco centrales hidroeléctricas en propiedad de Ferroglobe

05 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mil veces se ha dicho que la Costa da Morte se muere. Pero no es del todo cierto. En estos momentos se deshoja una margarita económica que pasa por la venta de las cinco centrales hidroeléctricas en propiedad de Ferroglobe (del grupo Ferroatlántica, de Villar Mir) a la multinacional canadiense Brookfield, que quiere comprar también el resto de activos hidroeléctricos del grupo en España. Está dispuesta a pagar en total 153,4 millones de euros netos. Ambas empresas están de acuerdo en acometer la operación, pero hay un problema. ¿Cuál? La venta está supeditada a que la Xunta autorice la segregación de las hidráulicas a las plantas que Ferroglobe tiene en Cee, en Dumbría y en Sabón. La supeditación de las fábricas a los ríos tuvo sentido allá por los años noventa, porque las industrias se abastecían de la energía del agua, pero hoy ya no. Ya no consumen los megavatios producidos en el Xallas y Grande, sino que están acogidas al sistema de ininterrumpibilidad, ese que permite a las compañías abaratar sus recibos eléctricos, a cambio de no consumir en un momento dado si fuese necesario. Ferroglobe, la empresa vendedora de las centrales hidráulicas, asegura que con una parte del dinero que reciba de la operación hará las siguientes inversiones:

1.- Modernizar las instalaciones de Cee y Dumbría.

2.-Construir un horno de ferrosilicio en Dumbría.

3.-Construir otra fábrica de carbón vegetal en Dumbria.

4.- Construir una fábrica de silicio solar en Sabón.

5.- Construir una planta de sinterización (tratamiento térmico) de mineral de manganeso en Cee.

En total, se calcula que la inversión será de cien millones de euros, lo que generaría la creación de 200 empleos directos y 300 indirectos. De ellos, la mitad serían en la Costa da Morte y la otra mitad en Sabón. ¿Especulación? El consejero delegado de Ferroglobe, Pedro Larrea, aseguró que el plan industrial incluye inversiones superiores a los fondos netos obtenidos de la venta de las centrales eléctricas, «por lo que no se puede hablar de especulación, beneficio financiero o desvío de fondos a otras entidades». «La venta -sentenció- es imprescindible, no solo para mejorar, sino también para asegurar lo que ya tenemos». Una promesa que pone la compañía encima de la mesa es el compromiso de no acometer despidos en los próximos siete años y que 46 trabajadores se prejubilarán y sus puestos serán ocupados por otros 46 jóvenes. ¿Cambiaría esta propuesta la vida en esta zona de la Costa da Morte? Es posible. La Xunta tiene algo que decir. El visto bueno de una operación así quizá pase por garantizar que todo lo que se promete se cumple, y que la empresa a la que le cedamos los ríos también adquirirá determinados compromisos con Galicia. Ya ha dicho que la sede social se localizaría en Dumbría. ¿Habría que pedirle más?