Para ser padre, nada como Corea

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Permisos de paternidad
La Voz

La OCDE aboga por reforzar los permisos de paternidad para luchar contra la discriminación laboral de las mujeres

03 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si el permiso de maternidad pagado es ya un derecho conquistado en casi todos los países desarrollados (excepto en Estados Unidos, donde esta baja sigue sin retribuirse, una situación solo comparable a la de Papúa Nueva Guinea), lo de la paternidad es otro cantar. Aunque 23 de los 34 miembros de la OCDE, el club de los estados más industrializados del mundo, han regulado ya un permiso remunerado de disfrute exclusivo de los padres, apenas uno de cada cinco hombres con derecho a él lo reclaman. Se limitan a tomarse unos pocos días libres cuando nace el bebé. Solo en los países nórdicos, y en Portugal, las tasas superan el 40 %. Claro que hay otros, como Polonia, la República Checa y también Australia, donde la proporción es de apenas el 2 %.

¿Y por qué es importante que los hombres puedan disfrutar de un permiso equiparable al de maternidad? En primer lugar, explica el organismo, están las razones obvias de la corresponsabilidad, de involucrarse en el cuidado de los niños y aprender tareas básicas como bañarlos o darles de comer. Pero más allá de la intendencia familiar, la OCDE destaca que reforzar los permisos de paternidad es, antes que nada, un potente instrumento para luchar contra la discriminación laboral de las mujeres, por paradójico que pueda parecer.

Y es que, explica en su informe, si los padres tienen permisos similares a los de las madres, las empresas tendrán menos reparos en contratar mujeres en edad de tener hijos. Y también en promocionarlas.

Hasta un año

El organismo admite que, además de por los usos y costumbres propios del lugar, en muchos países los padres optan por ceder sus días de permiso a sus parejas por una simple cuestión económica. Si las mujeres ganan, de media, un 15 % menos, a la familia, si tiene que elegir, le sale más rentable prescindir del sueldo de ella.

Para evitar esto, cada vez son más los países en los que se ha regulado un permiso de paternidad no transferible, del que solo pueden disfrutar los hombres. Las diferencias siguen siendo apreciables. Si la media de la OCDE está en las ocho semanas, España está entre los países más cicateros, con solo 14 días, ya que la ley que en el 2009 aprobó duplicar la duración del permiso sigue en suspenso por la crisis.

Trabajador en la Bolsa de Seúl
Trabajador en la Bolsa de Seúl YONHAP | EFE

Nada que ver con lo que sucede en Japón o en Corea del Sur, donde los trabajadores que son padres pueden disfrutar de un año de baja retribuida. Pueden, pero no quieren, como demuestra que solo el 5 % de los coreanos con derecho a él se tomaron el permiso el año pasado.

Una empresa británica dará días libres a sus trabajadoras cuando tengan la regla

Un permiso por menstruación. Suena a broma, pero está a punto de hacerse realidad en una empresa británica. La firma en cuestión se llama Coexist, se dedica a la gestión de un centro cívico y social en Bristol y su plantilla es mayoritariamente femenina: 24 mujeres por solo 7 hombres. A la cabeza, otra señora, Bex Baxter, que defiende que permitir a las empleadas que se vayan antes a casa o que no acudan a trabajar si se encuentran indispuestas cuando tienen la regla no solo mejorará el bienestar de sus compañeras sin estigmatizarlas, sino que también redundará en un ambiente laboral más creativo y más productivo.

«He trabajado con muchas mujeres a lo largo de los años y he visto cómo se retuercen por el dolor que les causa el período, pero que entienden que no tienen derecho a irse a casa porque no están enfermas», explica Baxter, que cree que existe la interpretación errónea de que tomarse días libres hace más improductivo a un empleado, cuando en realidad «sincroniza su trabajo con los ciclos naturales de su cuerpo». En el caso de las mujeres, argumenta, «cuando tienen el período están como hibernando, necesitan recogerse y alimentar su cuerpo, dedicarse a ellas mismas». Sin embargo, tras este período de cuidado, justifica, «pueden ser tres veces más productivas de lo normal».