La OCU prepara una macrodemanda por la salida de Bankia a Bolsa

A. B. MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores, se lavan las manos sobre las posibles responsabilidades del organismo en la salida a Bolsa de Bankia

05 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La deriva judicial del caso Bankia sigue ampliándose. Basándose en los informes de los peritos del Banco de España, que aseguraron a la Audiencia Nacional que la salida a Bolsa de la entidad no se hizo conforme a una información contable que reflejara la realidad, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), anunció ayer que iniciará «de inmediato» acciones judiciales para recuperar el dinero que han perdido los miles de pequeños accionistas que fueron a la oferta pública de venta (OPV) en julio del 2011.

Es precisamente la previsión de que los inversores minoristas recurran a los tribunales reclamando su dinero -cabe recordar que han perdido el 99 % de la inversión-, lo que ha hecho que Bankia aplace la presentación de sus cuentas del 2014, que estaba prevista para el pasado lunes. La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri está a la espera de la decisión sobre cómo se repartirán la asunción de dichos quebrantos Bankia y su matriz, BFA, propiedad al 100 % del Estado, para consignarlas en las cuentas del 2014.

La OCU estima que serían unos 360.000 los accionistas afectados y, por tanto, susceptibles de sumarse a la acción judicial que preparan. Recomiendan a los perjudicados que recopilen toda la documentación de la que dispongan para reclamar «además del dinero perdido, los intereses de demora».

La CNMV se lava las manos

Por su parte, desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores, ayer su presidenta, Elvira Rodríguez, se lavó las manos sobre las posibles responsabilidades del organismo en la salida a Bolsa de Bankia. «Esta casa hizo lo que tenía que hacer y lo que podía hacer», aseguró, durante la presentación del plan de actividades para este año.

«La CNMV analizó toda la información contable que venía de las cajas que conformaron primero el SIP [sistema institucional de protección] y después el conglomerado BFA y su hija Bankia. Se analizaron las auditorías y la información que se presentaba», insistió, para añadir que la institución está falta de mecanismos para realizar algunas tareas.