Consejeros de Caja Madrid sumaban a las tarjetas 10.000 euros al mes en dietas

Amparo estrada MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Desde la presidencia se desembolsaron 300.000 euros al año en gastos de representación

10 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Las tarjetas opacas de Caja Madrid cubrieron todo tipo de gastos personales de los consejeros de la entidad, desde viajes a joyas y compras en el supermercado. Incluso retiradas en efectivo del cajero, según el informe elaborado por Bankia y entregado al magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que instruye el caso. Entre el 2003 y el 2012, 86 consejeros y directivos se gastaron más de 15 millones de euros a través de estas tarjetas black, que se habían presentado ante la Comisión de Retribuciones como tarjetas para «gastos de representación». Sin embargo, en la mayoría de los casos no fueron utilizadas con esa finalidad. Y no porque no tuvieran cubiertos esos desembolsos a través de otras vías.

La presidencia de Caja Madrid en la etapa de Miguel Blesa al frente de la entidad desembolsó alrededor de 300.000 euros anuales en gastos de representación y reuniones de trabajo. Por ejemplo, en 2006 fueron 288.728 euros, de los cuales 104.205 fueron «gastos de reuniones de trabajo» a través de tarjeta de crédito, según consta en los documentos de control presupuestario del área de gestión. Además, pagó otros 45.493 euros por otros gastos de reuniones de trabajo y 139.030 por gastos de representación de la dirección general. Un año antes, la cantidad global había ascendido a 308.625 euros, de los cuales 141.405 fueron gastos de reuniones de trabajo con tarjeta de crédito.

El portavoz de Economía del PP en el Congreso, Vicente Martínez Pujalte, afirmó ayer que no se podía reprochar el gasto de las tarjetas B de Caja Madrid si eran retribución en especie y estaban declaradas, ya que, en ese caso, «uno se gasta el dinero en lo que quiere». Martínez Pujalte valoraba así la información publicada por El País, en la que se detalla que Miguel Blesa gastó 10.000 euros en vino, 9.000 euros en un safari a Sudáfrica y 2.000 euros en joyas. En total, Blesa, cuyo sueldo como presidente ascendía a 3,5 millones de euros, gastó con la tarjeta 436.700 euros en total con la tarjeta opaca. O que Estanislao Rodríguez Ponga, ex secretario de Estado de Hacienda con el PP, pagó con la black 40.000 euros en viajes.

En negro a efectos fiscales

No obstante, en el correo de septiembre de 2009 que hizo saltar las alarmas y por el que se inició la investigación, se especifica que las tarjetas visa eran para «gastos de representación» y también que eran «black a efectos fiscales hasta ahora», aunque se cuestionaba que «la nueva jefa de inspección mantenga este criterio».

Las dietas de los consejeros en esa época también llaman la atención. Los vocales del consejo, de la comisión ejecutiva y de las comisiones delegadas cobraban 1.350 euros por reunión (en el 2009 se congelaron). Además, percibían una dieta mensual de alrededor de 3.000 euros por el consejo de la corporación financiera. Como vocales en filiales o participadas, las dietas variaban, aunque los vicepresidentes cobraban una dieta mensual de 9.969 euros netos al mes de la filial a la que representaban como personas físicas, según el detalle que remite el que fue secretario del consejo, Enrique de la Torre, a su sustituto y a Miguel Blesa bajo la advertencia de «confidencial».