Crecen solo nueve centésimas, mientras en España caen un 0,2 %
18 jun 2014 . Actualizado a las 11:56 h.Pasado el espejismo provocado por la recuperación de la paga extra de los empleados públicos en diciembre del año pasado, que insufló vida en la estadística salarial dibujando un repunte artificial, las nóminas volvieron a la senda de la moderación en el primer trimestre del año. Tímida fue la subida en Galicia, donde los emolumentos se mantuvieron casi congelados, al subir solo un 0,09 % entre enero y marzo respecto al mismo trimestre del año anterior, con un sueldo bruto medio de 1.572,35 euros, según la encuesta de costes laborales que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Un poco más negro es el escenario en el conjunto del país, donde los salarios volvieron a la senda de la devaluación, al caer dos décimas en tasa interanual -para situar la paga media en 1.805,76 euros-, un ajuste que cabe imputar en exclusiva al sector servicios, donde las retribuciones cayeron un 0,5 %, mientras que en la construcción se mantuvieron estables y en la industria repuntaron un 1,4 %.
Una devaluación salarial que se produce en paralelo al incremento de las jornadas laborales, ya que pese a que descienden las horas pactadas, las efectivas repuntan un 1,6 % en España y tres décimas más en la comunidad.
Para el Gobierno, que los salarios sigan a la baja no retraerá el consumo ni mermará las expectativas de crecimiento porque, según aseguró ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, «desde el punto de vista de la recuperación, la mejora de la confianza está mucho más ligada a la creación de empleo, a que los trabajadores pierdan el miedo a perderlo, que a los salarios».
El ministro minimizó la pérdida de poder adquisitivo de los asalariados, contraponiendo la bajada de sueldos con la contención de la inflación, que «va a ser prácticamente cero en los próximos meses».
Argumentos que no convencen en los sindicatos. Desde UGT censuraron que los datos evidencian «el continuo desplome salarial» y reclamaron al Gobierno una estrategia «con mayor altura de miras, que suponga la generación de empleo de calidad y salarios dignos, que aumente la productividad, la competitividad y el consumo».