Un transporte hasta Lisboa paga 75 euros y son gravados también en Bélgica, Alemania, Suiza, Holanda o Austria
11 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El sector del transporte por carretera gallego y del resto de España está cada vez más aislado, tanto por la imposición de tasas especiales a las que tiene que hacer frente en prácticamente toda Europa, como porque crece la presión de sectores empresariales y de la propia UE para que se implante dicho peaje con la justificación ecológica que Bruselas aprobó hace dos años para cobrar a los camiones por el desgaste de las carreteras convencionales.
Tras anunciar Francia que el 1 de enero instaurará la euroviñeta -que tendrá un coste medio de 14 euros por cada cien kilómetros-, los ojos comunitarios se vuelven hacia España, donde desde organizaciones ecologistas hasta la propia CEOE han abogado ya por su instauración. Pese a ello, el Ministerio de Fomento reiteró ayer a La Voz que «no está encima de la mesa, ni está previsto en ningún caso» la adopción del sistema de pago por el uso de carreteras gratuitas para los transportes de más de 3,5 toneladas.
Aunque el ministerio cuenta con informes al respecto que justificarían dicho cobro, el departamento de Ana Pastor rechaza imponer ahora un nuevo obstáculo a un sector que asegura ser uno de los que soportan mayor presión fiscal directa y a través de los impuestos que gravan los combustibles.
Obstáculo en Portugal y Francia
Los transportistas gallegos afirman a través de sus organizaciones empresariales sentirse acosados por los peajes que deben pagar por utilizar no solo las autopistas, sino también las carreteras convencionales y autovías. Portugal, el territorio de mayor actividad del transporte terrestre gallego no da prácticamente alternativa gratuita a los camioneros, al ser las vías estatales escenario de atascos continuos e instaurarse el peaje en las autovías gratuitas desde finales del 2010. Entre la frontera de Tui y Oporto un camión debe pagar 21,6 euros y hasta Lisboa 53,3 más.
Como ocurrirá en el caso de Francia -el primer mercado de exportaciones de Galicia, que reportan al año 3.916 millones de euros anuales- la euroviñeta ya está presente en Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca y Suecia. El impuesto afecta a los camiones que pesen más de 3,5 toneladas y solo a los recorridos por las carreteras convencionales gratuitas, contando además con sus propias tarifas las autopistas de esos países.
Suiza y Austria gravan a todo tipo de vehículos con un sistema similar, pero solo en sus itinerarios por autopista, costando 33 euros al año en el primer caso, y 77,8 en el segundo. En Alemania aunque las vías rápidas son gratuitas, los camiones de más de doce toneladas tienen que abonar una tasa por kilómetro recorrido y en función de sus ejes y tipo de combustible empleado.
En la República Checa el modelo de cobro mezcla la euroviñeta con el sistema electrónico portugués, viéndose afectadas además todas las carreteras que recorren el país, y en función de la duración del viaje de cada camión y la frecuencia de estos.