El ministro explicó que la mejora de la percepción se había producido tanto en el «entorno del FMI como de los analistas privados»
14 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Optimismo. Ese fue el mensaje del ministro de Economía, Luis de Guindos, en la rueda de prensa que dio ayer en Tokio tras la conclusión de la cumbre del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM). El titular de Economía aseguró que «el ambiente es de mucho mayor optimismo con respecto a España» que antes del verano, insistiendo en que «ahora mismo hay interés por la deuda pública española».
Explicó que la mejora de la percepción se había producido tanto en el «entorno del FMI como de los analistas privados» y que la procedencia de las órdenes de compra de la deuda registradas por el Tesoro así lo confirmaban.
De Guindos, que mantuvo reuniones tanto con la directora del FMI, como con el secretario del Tesoro de EE. UU., insistió en que Lagarde había respaldado la política del Ejecutivo español, que pivota sobre el saneamiento bancario, las reformas económicas y la reducción del déficit.
Unión bancaria
Asimismo, abogó de nuevo por la necesidad de llegar cuanto antes a la unión bancaria, sobre la que poco antes el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Marino Draghi, había señalado que posiblemente no entrará en vigor hasta el 2014, aunque la aprobación del marco regulador de dicho mecanismo de supervisión bancaria esté prevista para el 1 de enero próximo.
De Guindos insistió -como días atrás hicieran los presidentes de España y Francia- en que el proceso debe ser rápido, distinguiendo entre «tener el programa completamente operativo» y tener «el mandato claro» para dar los primeros pasos de dicha unión bancaria, recordando que -junto con el saneamiento del sistema financiero- es un instrumento útil para alejar las dudas sobre el futuro de la moneda única.
También se refirió el ministro a la posible petición de rescate, del que señaló que el Gobierno lo decidirá cuando lo estime necesario y siempre buscando el interés del país y la estabilidad de la zona euro.
En lo que respecta a las conclusiones de la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial, reiteraron que los niveles de deuda pública están impidiendo el crecimiento económico y recomendaron adecuar las políticas y el ritmo de la consolidación fiscal a las condiciones específicas de cada país.