La piratería es un negocio que en los últimos años ha repuntado en el Índico pero que también se está dando en el golfo de Guinea (Atlántico). «Es importante que la comunidad internacional luche con todas sus fuerzas para que no se repita allí lo que ocurre con los piratas somalíes», según el responsable de Anabac. Sin embargo, desde el Estado Mayor de la Defensa señalan que, de momento, la amenaza en el golfo de Guinea está muy lejos de la somalí.
Robos de cargamento
En el Cuerno del África, los piratas pretenden obtener rescates, mientras que en el golfo atlántico pretenden robar el cargamento de los buques, lo que hace temer un trato más «deshumanizado» a los tripulantes, pero una resolución más rápida del secuestro.
Otra diferencia entre lo que sucede en estas dos áreas geográficas es el esfuerzo de Nigeria o Benin para vigilar sus costas, frente al Gobierno somalí, que no tiene ningún control efectivo sobre sus aguas.
En los últimos meses se han incrementado los ataques en el golfo de Guinea. El pasado agosto el petrolero griego Energy Centurion sufrió uno de estos asaltos. Equipos de patrulla de Togo recibieron la señal de alarma y el barco finalmente fue localizado cerca de la costa de Nigeria, en aguas internacionales. Los piratas robaron 3.000 toneladas de combustible de las 56.000 que transportaba el barco.
Cinco españoles navegaban en una embarcación que fue secuestrada en esta área en el 2011. El quimiquero Mattheos I fue abordado cuando se dirigía a Togo.
El sector del salmón que trabaja en los ríos Yukon y Kuskokwim y en la ensenada de Cook, en Alaska, recibirá fondos públicos para paliar la escasez de ejemplares. Se desconocen las causas del bajo retorno de los peces, aunque investigadores señalan factores oceánicos.