Citroën quiere congelar los sueldos en el 2012 para afrontar su mayor caída de la producción

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

«Será el año más difícil en la historia de la planta», alerta el nuevo director

02 dic 2011 . Actualizado a las 11:52 h.

«El 2012 será el año más difícil de la historia de Citroën en Vigo», dijo ayer el nuevo director de la multinacional, Juan Antonio Muñoz Codina, en su primera toma de contacto con el comité de empresa de la factoría de Vigo.

Fue una reunión breve, en la que el nuevo patrón habló sin tapujos de la situación de dificultad que atravesará la planta gallega el año próximo, como consecuencia de una bajada de producción sin precedentes (fabricará 323.000 coches, 32.000 menos que este año), condicionada por dos factores: la caída de las ventas del monovolumen C4 Picasso, que ensambla en exclusiva para todo el mundo, y la inestabilidad económica en la zona euro, a la que Vigo destina el 90 % de los coches que fabrica.

Muñoz Codina, que en una anterior etapa fue director de recursos humanos de la planta, apeló al diálogo social y al buen entendimiento en materia de relaciones laborales para encauzar la remontada hacia el medio millón de vehículos por año, el nivel de producción previsto en Vigo a partir del 2013 con el plan de lanzamientos.

Fue un guiño a los representantes sindicales de los trabajadores que ya calientan motores para la negociación del nuevo convenio colectivo, en principio para los próximos cuatro años. Sin embargo, el complicado escenario que se presenta ha abierto la posibilidad de alcanzar un acuerdo solamente para afrontar el 2012, con el planteamiento por parte de la multinacional francesa de una congelación salarial.

Transición

Con esa hipótesis trabajan ya en la factoría de PSA en Madrid Villaverde, que negociará su convenio de forma paralela y en sintonía con la gallega. «Nos consta que sobre la mesa va a estar la congelación salarial y que no se van a asumir compromisos en materia social», explican fuentes sindicales de la factoría madrileña. «Lo que está claro es que será un año de transición, tanto para Vigo como para nosotros, hasta que lleguen los nuevos modelos, y no podemos hipotecar los próximos cuatro años, por uno que presenta un situación concreta de dificultad», aclaran las mismas fuentes.

Los líderes sindicales de Vigo de momento mantienen la cautela a la espera de que la multinacional de el primer paso, algo que no ocurrirá previsiblemente hasta la vuelta de las vacaciones de Navidad.

Con todo, recuerdan que el anterior director, Pierre Ianni, ya manifestó públicamente en varias ocasiones la necesidad de que los salarios no estuvieran ligados al incremento de los precios. Ayer mismo, en su despedida de Vigo, el ya expatrón de Citroën reiteraba que «la planta viguesa tendrá que pasar el «bache del 2012, un año que se prevé muy difícil».

De consumarse la congelación salarial, será la primera vez que los trabajadores de Citroën perderán poder adquisitivo, ya que la evolución de los salarios siempre ha ido al alza en el transcurso de los dos últimos convenios (períodos 2004-2007 y 2008-2011).

El incremento acumulado en estos últimos siete años supone una subida salarial del 22,1 %, tres puntos por encima de lo que en el mismo tiempo se ha disparado el coste de la vida en España (19 % incremento acumulado del IPC real desde el año 2004).