Según San Antonio, el encuentro celebrado el jueves y el viernes pasados en Praga ha servido para demostrar «que hay un claro apoyo de la Unión Europea y de sus instituciones al desarrollo de la energía nuclear». «Se trata de una fuente de energía que no emite CO2 a la atmósfera y que contribuye a combatir el cambio climático, que ayuda a sostener la competitividad de Europa frente a las economías emergentes, como China y la India, y que garantiza a los europeos el suministro de electricidad a precios razonables», defiende.
-¿Qué opinión le merece la nueva estrategia energética que acaban de aprobar los líderes de la UE?
-Me parece bien, pero insisto en que, a largo plazo, las energías renovables deberían competir en pie de igualdad con el resto.
-Si la energía nuclear no contamina, ¿por qué no se considera renovable?
-Por los residuos, claro. Aunque hay investigaciones dirigidas a mejorar su procesado para conseguir que se puedan reutilizar. Hoy apenas se aprovecha el 5% de la capacidad energética del combustible, pero estamos empezando a lograr que el reprocesamiento sea rentable y que la tecnología permita esa reutilización. Los reactores de cuarta generación apenas producirán residuos, y si logramos crear ese circuito renovable, el combustible podrá usarse durante cientos y miles de años.