El aceite de oliva supera los cinco euros tras subir un 44% en un año

Paloma Abejón LA VOZ | MADRID

ECONOMÍA

Envasadores y exportadores piden la entrada de «stocks» no comunitarios para abaratarlo La OCU habla de especulación, y exige a Defensa de la Competencia que investigue

06 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Está imparable. El precio del aceite de oliva ha subido un 43,8% entre marzo del 2006 y el mismo mes del año anterior, según datos del Ministerio de Industria, y supera los cinco euros en muchos supermercados, un precio que escandaliza a los consumidores y que preocupa a los envasadores y exportadores, que están viendo caer las ventas.? España es un país de dieta mediterránea. Se consume una media de 10,9 litros de aceite por hogar y año, por lo que una subida de precios como ésta repercute, y mucho, en los bolsillos de las familias. Los productores achacan esta escalada a una mala cosecha provocada por la sequía y las heladas. Dicen que ha motivado que en el mercado haya unas 200.000 toneladas de aceite menos de las habituales y que los precios estén por las nubes. Según sus cuentas, el precio en origen ha subido un 70%.? Sólo en el pasado mes de marzo el aceite de oliva se encareció un 5,4%, lo que ha llevado a las asociaciones de consumidores a poner el grito en el cielo. En la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hablan directamente de especulación, y exigen una investigación por parte de Defensa de la Competencia. Creen que envasadores y distribuidores practican un acopio de aceite innecesario que está inflando aún más los precios. Los envasadores y los exportadores, por su parte, culpan a los productores de la situación, y reclaman la entrada de aceite de oliva de países como Túnez, Argelia, Marruecos y Turquía, para abaratar el precio en España. De hecho, hace unos meses asociaciones industriales como Asoliva y Anierac demandaron que en el próximo Comité de Gestión del Aceite de la UE, que se celebra el 24 de abril, se autorizase la entrada de 200.000 toneladas de terceros países. El argumento es claro. Afirman que los productores están esgrimiendo que ha habido una mala cosecha cuando lo que se está vendiendo es el aceite de la campaña anterior. Las organizaciones de agricultores, como Asaja, se oponen a esta medida, que creen que pondría en peligro la calidad del aceite de oliva español.