Las provincias de Ourense y Pontevedra llevan tiempo tratando de controlar la proliferación de escombreras.
PONTEVEDRA
En esta provincia, el mayor problema se ha detectado en O Salnés, donde existen 67 vertederos incontrolados, la mayoría pequeñas escombreras. Los concellos de Arbo, A Cañiza, As Neves, Salvaterra, Redondela, O Porriño, Salceda o Ponteareas luchan también contra la teima de los desaprensivos de deshacerse de residuos en puntos no autorizados pese a que, si fuesen detenidos, se expondrían a una severa multa. Municipios como los de Rodeiro, Silleda, Marín, Lalín o A Estrada son otros de los que han de combatir este fenómeno.
OURENSE
En la provincia se ha detectado un cambio del tipo de vertido: se han reducido los orgánicos e incluso los electrodomésticos y muebles, pero se han incrementado los residuos procedentes de la construcción. O Peliquín, en Ourense capital, y otros basureros ilegales en Toén, Xinzo, Lobios y A Merca figuran entre los más problemáticos de la provincia. En la zona de O Ribeiro, los más llamativos están en Melón y Cortegada, ambos junto al campo de fútbol, y en O Carballiño, en el camino al río Arenteiro. O Barco y A Rúa también han detectado algunos focos ilegales.