La escalada de precios repercute ya en el coste de los menús del día

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Rocío Ramos

Los hosteleros se quejan del incremento de la luz, el gas y la alimentación

09 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La creciente escalada de precios repercute también en los menús del día que alimentan a muchos trabajadores desplazados. Los hosteleros conscientes del desembolso que supone para sus clientes intentan en lo posible mantener los precios pero muchos ya se vieron obligados a subir, mientras que otros están intentando aguantar. La luz, el gas, la Seguridad Social y el precio de todos los productos de la bolsa de la compra sube. Los costes se dispararon y en los restaurantes de la zona se ve con preocupación que no parece que vayan a estabilizarse de momento.

Al final, a la mayoría no le quedó otra que subir el precio del menú. Una subida que en muchos de los casos se cifró en un euro y fue recibida de diferente manera por la clientela. Unos protestas y otros no, pero la mayoría lo entiende y es consciente del incremento sufrido por todos los productos en el mercado. Hay locales también que se plantearon dejar de dar cenas porque no les compensa.

Miguel Dacosta, de O Asador de Leo en A Estrada, explica que «tiñamos o menú a 10 euros e o subimos a 11 a principios de ano», pero cuenta que «a ver como van as cousas porque o mellor temos que volver a subilo». Una reflexión que comparten otros hosteleros de la zona que ven como todo sigue subiendo.

Explica que «subiunos o aceite de xirasol, o de oliva, a materia prima tamén. O bacallau subiunos un euro, o peixe fresco está moito máis caro». En el restaurante «nos traballamos moito con salmón e está carísimo, está moito máis caro o salmón que a merluza». «O aceite de xirasol pagabamos a garrafa a 1,5 e agora está case nos 4 euros e xa máis barato o aceite de oliva que o de xirasol, o pan subiunos levamos a segunda subida no pan», dijo. La idea es, apunta Dacosta, «mantener os menús que tiñamos pero a ver como van as cousas porque se non teremolo que subir porque a nós tamén nos suben os costes. Estamos intentando aguantar, pero a ver».

Al subir a principios de año, Miguel Dacosta comenta que «a xente está máis concienciada agora que o principio. A xente que nos ven a comer entendeo pero cando o subimos a principios de xaneiro preguntaba porqué o subiamos».

En el bodegón A Cunca de Lalín, el menú pasó de once a doce euros hace unos quince días «porque era insostible», afirma Pili González García. Enumerar las subidas de precios es una lista sin final que incluye, apunta, «na garrafa do aceite catro ou cinco euros, os ovos un 30 %, o pan, un 30 % o viño outro 30 %,...». La subida de un euro la aplicó al menú y también a los platos de la carta, algunos de los cuales incrementaron el precio aún la semana pasada. A eso suma el coste de la luz. El recibo que le llega supone pagar «150 ou 200 euros máis que antes».

Todo ello fue lo que le llevó a subir el precio «porque era imposible mantelos». Cuenta que «cada distribuidor que ven nos sube os prezos, chega o siguiente dicindo que subeu, o panadeiro igual, non sei a onde vamos». Para Pili González «baixar a calidade non era unha opción co cal non quedaba outra: ou subirlos prezos ou baixar a calidade». la clientela, dice, se mantiene señalando que « a mediodía traballo ben, os fines de semana tamén e non nos podemos queixar».

«Nós traballamos con obreiros e o que fixemos foi axustar e sacar bebidas»

En el restaurante Manxares de A Estrada como en muchos otros restaurantes de la zona la principal clientela son obreros que acuden a comer a diario. Cristina González explica que «parecíanos unha faena subir o menú e o que fixemos foi axustalo e quitar as bebidas, de tal maneira que o menú sérvese con auga ou viño, un refresco, unha caña o calquera outra cousa é un euro máis». Están a expensas de como evoluciona todo y confía, al igual que otros compañeros de profesión, que algunos costes como el de la luz baje. Al encarecimiento de todos los productos que se usan en la cocina se añaden también otros como los de la Seguridad Social para los empleados. Los restaurantes de menú del día son conscientes que uno o dos euros más en un menú para alguien que come todos los días fuera constituye ya una subida y un desembolso importante.

En el restaurante Palacio de Lalín subieron el menú a 12 euros y señalan «non podemos subir máis». Levaban tres años con el mismo precio. En el de O Camiño de Silleda el menú del día se mantiene, de momento a diez euros. Es, explican en el establecimiento, «o mesmo prezo que temos desde que abrimos fai cinco anos». Por allí pasan a diario camioneros y trabajadores que desempeñan su labor por la zona. Están, dicen, intentando aguantar lo que pueden, pero no saben hasta cuando será posible.

Algunos hosteleros de la zona consideran excesivas e incluso ilógicas las subidas de precio de algunos productos cuando los productores cobran lo mismo y se preguntan si no habrá también quien se esté aprovechando de esta situación.