Nadal convierte a España en la primera campeona de la nueva Copa Davis

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El equipo de Sergi Bruguera derrota a Canadá y consigue su sexto título mundial masculino

25 nov 2019 . Actualizado a las 09:46 h.

La nueva era de la Copa Davis es de España. Rafa Nadal selló este domingo en Madrid el título para el conjunto anfitrión con otra demostración de talento. Su victoria sobre Denis Shapovalov por 6-3 y 7-6 (7) certificó la victoria sobre Canadá en la final por 2-0. El primer título del nuevo formato del mundial masculino por países, que se decide en apenas siete días en una misma sede, en total la sexta ensaladera para España. 

Nadal rubricó un partido muy serio. No cedió un solo break en todo el partido. Sirvió de manera excepcional. Llevó la iniciativa siempre que su rival se lo permitió. Apenas cometió errores no forzados. Una victoria redonda ante un rival que nunca dejó de creer, golpeando con fiereza con sus largos brazos ante un rival inabordable con Nadal. Sobre todo cuando juega la Copa Davis, on un registro de victorias propio de un superdotado. Lleva ya 18 eliminatorias seguidas ganadas, 29 partidos indivuales seguidos con victoria y hasta 32 en total si se incluyen los encuentros de dobles. 

Arropado por el público de la Caja Mágica, Nadal no tuvo que esperar más que al sexto juego para conseguir su primer break. Se adelantó así por 4-2 para acelerar hasta el 6-3 definitivo. 

SUSANA VERA | REUTERS

Con el primer set perdido, Shapovalov se marchó al vestuario y regresó más hecho. Sirvió algo mejor, después de un primer set en el que pagó la vulnerabilidad de jugar demasiados puntos con segundos servicios. Y dejó de cometer errores no forzados. El canadiense parecía haberse acostumbrado al fortísimo ritmo de Nadal, a sus efectos, a sus cambios de dirección... 
No consiguió, en todo caso, romper el saque de Nadal, muy inteligente.

El premio para el canadiense, número 15 del mundo a sus 20 años, fue mantenerse en el partido ante el mejor jugador de Davis de todo el siglo XXI. Tuvo bolas Shapovalov para romper el servicio del español en la segunda manga. No lo consiguió, pero al menos llegó a forzar el tie-break. En el desempate, otra de las suertes que mejor definen a Nadal como competidor, el español demostró su jerarquía. Levantó una bola de partido con 6-7 en contra para certificar poco después la victoria. 

El triunfo de Nadal se unió a la victoria previa de Roberto Bautista sobre Félix Auger-Aliassime por 7-6 (3) y 6-3, con lo que ya no fue necesario ni disputar el partido de dobles.