La trituradora de Florentino se lleva por delante al pacificador Ancelotti

Alberto Bravo / Dpa

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JAVIER SORIANO | Afp

Al italiano no le salvan ni la Champions lograda la temporada pasada ni el cariño y apoyo público de las estrellas blancas

01 jun 2021 . Actualizado a las 19:39 h.

Ni el apoyo público de Cristiano Ronaldo ni la conquista de una Champions evitaron la destitución de Carlo Ancelotti como técnico del Real Madrid, la última víctima de la trituradoa del presidente blanco, Florentino Pérez. El mandatario mostró su acreditada fama para devorar entrenadores con la destitución del italiano un año y un día después de ganar la esperadísima décima Copa de Europa en la historia del club.

Florentino se dispone ya a contratar a su décimo técnico en 12 años de mandato. Ancelotti, de 55 años, se marcha del Real Madrid con la misma fama con la que llegó: sabe cómo ganar títulos y conquistar el afecto de sus jugadores. Pero el final de esta temporada, cerrada sin Liga ni Champions, puso a prueba la paciencia de Pérez, quien tomó la decisión de rescindir el año de contrato que le quedaba.

Cuando el italiano llegó al Real Madrid se encontró un vestuario fracturado por los efectos del huracán desatado por el técnico portugués José Mourinho. A Ancelotti lo conocieron pronto por el alias de El Pacificador,  y respondió punto por punto a esa cualidad, además de apostar por el fútbol brillante que echó en falta el Madrid en la era Mourinho. El equipo blanco no sólo cerró la pasada temporada con la ansiada Liga de Campeones y una Copa del rey, sino que tejió profundos vínculos en el vestuario que todavía hoy perduran, justo en el día de su marcha.

«Gran entrenador y fantástica persona. Ojalá trabajemos juntos la próxima temporada», escribió el sábado Cristiano Ronaldo en su cuenta de Twitter. Antes, futbolistas como Sergio Ramos, Iker Casillas o Pepe -todos ellos enfrentados a Mourinho en la anterior etapa- mostraron públicamente su afecto hacia el italiano, a quien en el vestuario reconocían como «el padre de la familia». Pero Florentino no atiende a sentimentalismos. «La exigencia es máxima y es el momento de dar un nuevo impulso. Tenemos un gran equipo y sabemos que por su talento y con el trabajo vamos a volver a dar alegrías», justificó el presidente del Real Madrid en el anuncio de su destitución.

Implícitamente, Florentino Pérez acusó a Ancelotti de no estar a la altura de la exigencia del Real Madrid tras cerrar la temporada sin títulos importantes. Se despidió de la Liga a dos jornadas del final y fue eliminado de la Liga de Campeones en semifinales. Pérez desatendió en toda su extensión las sugerencias de los futbolistas. Él solo quiere ganar. Y a veces ni eso basta. En el 2003 despidió a Vicente del Bosque dos días después de ganar la Liga española.

Ahora el mandatario blanco medita sobre el próximo inquilino del banquillo blanco, con Rafa Benítez como favorito. Se trata de un técnico alejado del perfil afable de Ancelotti y conocido por su altísima exigencia a los futbolistas, una catacterística que provocó enfrentamientos durante su carrera. Pérez aseguró que «la próxima semana» se conocerá el nombre del sucesor de Ancelotti. El nuevo entrenador ya sabe que no le bastará con ganar el afecto de los jugadores ni vivir del recuerdo de un título mayor ganado un año atrás. Florentino, y por extensión el Real Madrid, viven del presente, de la fría estadística que proponen los títulos conquistados en cada temporada.

Eso es lo que ha provocado el despido de Ancelotti, un hombre al que de nada le sirvió forjar un vestuario sin fisuras y ganar la décima Copa de Europa con el Real Madrid. Casi es una rutina: el Real Madrid busca nuevo entrenador.