Aprendiendo español
Salah Mejri se maneja en los dos idiomas que hablan en su país natal, el árabe y el francés. Domina un inglés académico perfecto y calcula que esta temporada aprovechará para añadir el español a su repertorio. Tiene en el preparador físico, Óscar Viana, a un peculiar maestro, que le enseña algunas expresiones: «Bueno, no las puedo contar todas. Una es gallega, pailán. También, 'tengo una empanada', que ya sé que también es una comida. 'Torero'. Y 'dame veneno que quiero morir'». Ahí coge al periodista con el paso cambiado, pide tiempo, consulta el teléfono y muestra una carátula de Los Chunguitos.
Dos años en Bélgica
Salah Mejri recaló en el Obradoiro con las ideas muy claras. Quiere que Compostela sea una lanzadera en su carrera como jugador profesional de baloncesto y está dispuesto a poner todo de su parte. Además de las habituales sesiones de trabajo, es habitual que se quede al final durante veinte o veinticinco minutos con Víctor Pérez, uno de los ayudantes de Moncho Fernández, haciendo ejercicios específicos. Y también tiene cita con él una vez a la semana para seguir perseverando.