El Barcelona ha confirmado la contratación del centrocampista del PSV Eindhoven, un jugador codiciado por muchos clubes por su talento y su fuerza
19 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.El Barcelona le ha robado el corazón al PSV. El club azulgrana anunció ayer el fichaje del holandés Mark van Bommel (Maasbracht, 1977), el jugador encargado de bombear el juego del equipo de Eindhoven. El centrocampista, que llega con la carta de libertad, jugará en el equipo azulgrana durante las próximas tres temporadas. La primera incorporación del flamante campeón de Liga es, según dicen en Holanda, la versión mejorada de un ex futbolista culé: Philip Cocu. En su primer equipo profesional, el Fortuna Sittard, fue entrenado por Bert van Marwijk, que desde el principio vio que aquel chaval era superior a los chicos de su edad, un futbolista precoz. Debutó en Primera con 16 años. El técnico se enamoró del jugador y Andra, la hija del preparador, del hombre. Con el tiempo, Van Marwijk se convirtió en el suegro de Van Bommel. Jugó en el Fortuna desde el 92 hasta el 99, año en el que se incorporó al PSV. Ganó cuatro títulos de Liga y se convirtió en el capitán y líder del equipo. La entidad de Eindhoven ha regateado durante años ofertas de clubes de todo el continente. El Arsenal quiso hacer un trueque con el nigeriano Kanu como pieza de cambio. El Real Madrid lo siguió después de descartar a Vieira, el Borussia Dortmund, entrenado por Van Marwijk, que también pasó por el Feyenoord, intentó su contratación, y el Lazio negoció por el futbolista, que ha mostrado su preferencia por Inglaterra y España. Admirador de Guardiola y amigo y compañero de Cocu, al final eligió al Barça, la pequeña Holanda del fútbol. Su talento como organizador, su gran disparo y su llegada son avales perfectos para dirigir el equipo. Su contundencia en la labor defensiva y su físico (mide 1,87) le permiten jugar por delante de la zaga. Johan Neeskens lo ha definido como «un luchador inteligente, muy similar a Philip Cocu, pero con más cosas». Ronald Koeman ha dicho de él: «Es el mejor jugador de Holanda en la actualidad y uno de los mejores atacantes en nuestra selección». Es de esos jugadores clave para el avance de su equipo, pero al que persigue la mala fortuna a la hora de afrontar grandes citas. No participó en la Eurocopa del año pasado debido a una lesión. Le fue imposible acudir al último Mundial, ya que Holanda no logró la clasificación. Y se quedó fuera de la que debería haber sido su primera final, la de la Copa holandesa del 99, por una sanción. Los ingleses todavían recuerdan el gol que anotó en el Inglaterra-Holanda de la fase clasificatoria para el Mundial 2002. Congeló la grada de White Hart Lane al marcar con un disparo ejecutado desde unos cuarenta metros de la portería local. Y el Milan aún agradece que en la Champions el marcador no hiciera justicia al fútbol de Van Bommel y sus compañeros en su semifinal ante el Eindhoven. Ahora el corazón del PSV latirá en Barcelona.