«O AVE merece a pena, pero aínda hai cousas que mellorar»

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Los primeros usuarios de la alta velocidad llegaron con diez minutos de retraso a la estación de A Coruña, tras hacer el transbordo a un Avant en Ourense

22 dic 2021 . Actualizado a las 09:22 h.

La estación de tren de A Coruña ha sido esta mañana uno de los epicentros de la actualidad informativa en la ciudad. Tras hacer transbordo en Ourense, llegaron los primeros pasajeros de la Alta Velocidad de España (AVE) a San Cristóbal. La entrada estaba prevista para las 10.48 horas, después se retrasó a las 11.01, pero el convoy modelo Avant paró finalmente ante la topera de la vía número 6 a las 10.58 horas, con diez minutos de retraso. En realidad, ese Avant tipo 121 eléctrico es el que enlaza de forma habitual la ciudad de Ourense con A Coruña pero, en esta ocasión y por primera vez en la historia, también trasladó pasajeros que hicieron el transbordo del AVE S-112 procedente de Madrid en la ciudad de las Burgas, compartiendo vagón hasta A Coruña con muchos otros viajeros.

Sin tanta expectación como la que suscitó la llegada del AVE a Ourense el pasado lunes con la presencia del Rey y del presidente del Gobierno, entre otras autoridades, decenas de personas se bajaron al andén de la estación coruñesa con semblante serio, con pocas maletas y, eso sí, la ilusión de poder pasar las vacaciones de Navidad en casa o con la familia. «Qué tal fue el viaje? ¿Qué tal el transbordo en Ourense?» «Muy bien, muy bien. Muy rápido, la verdad. Se me pasó volando el camino de Madrid a Ourense. Se notó que fui en un AVE», comentó una joven pasajera tras cruzar los tornos de seguridad.

Elena Silveira

Otro estudiante de Auxiliar de Enfermería en Segovia indicaba que no hubo complicaciones durante el viaje, que fue bastante rápido hasta Ourense aunque notó que los vagones eran «bastante angostos». «Quería venir a A Coruña, donde tengo a mi familia, el día 23, pero estaba todo agotado. La única alternativa que me daban era viajar el día 25. Fui a la estación y, por suerte, me dijeron que había una plaza libre para hoy. Así que he tenido suerte», explicaba André Alejando Mejías, de 19 años. El billete en el AVE más el enlace entre Ourense y A Coruña con el Avant le costó 58 euros, sin los descuentos del carné joven o de estudiante. «Pues la verdad es que no lo tengo porque este viaje fue algo que no estaba muy premeditado, pero tendré que sacármelo para obtener mejores precios la próxima vez», explicaba. 

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También Mariña Romero viajó de la estación de Chamartín - Clara Campoamor hasta Ourense en el AVE aunque, según dijo, «no me enteré ni que estaba en un tren de alta velocidad». Explicó que el día anterior le pusieron la segunda dosis de la vacuna del covid-19 y que le provocó algunos efectos secundarios. «La verdad es que el viaje se me hizo eterno porque no me encuentro bien. Salimos a las 6.20 de la mañana de Madrid y llegamos a Ourense a las nueve y pico. Allí hicimos el transbordo y llegamos a A Coruña a las 10.58. Fueron algo más de cuatro horas de viaje... Algo se nota, pero no se ahorra tanto tiempo», indicó. Con el descuento de familia numerosa, Mariña compró los billetes por 37 euros. «Bueno, y me salió más barato porque también los cogí hace mucho tiempo», puntualizó.

CESAR QUIAN

Otro de los usuarios del tren de alta velocidad que venía desde Madrid a Ourense fue el arquitecto y profesor de la UDC Plácido Lizancos. Cansado por el madrugón y portando una pequeña maleta de ruedas, aseguró que el AVE «merece a pena». Aunque puntualizó que «aínda hai moitas cousas que mellorar». En este sentido, aseguró que el hecho de que el tren salga de la estación de Chamartín y no de Atocha supone un mayor desembolso económico y más pérdida de tiempo. «Hai que ter en conta que para desprazarte ata alí tes que pagar un taxi ou outro tipo de medio de transporte e, ademáis, saír con tempo dabondo para chegar puntual». En cuanto al viaje, aseguró que los vagones hasta Ourense «viñeron cheos» y que el recorrido «foi coma sempre, tranquilo aínda que un pouco máis rápido». El único inconveniente, además de tener que hacer el transbordo de vía y tren en la ciudad de las Burgas, se lo topó al llegar A Coruña, donde no encontró un cajero en el que poder retirar dinero. Así que, a pesar de ser el primero en pasar los tornos de seguridad, fue uno de los últimos en poder coger un taxi. 

Por otro lado, Renfe se vio obligada a reprogramar horarios para adaptar las conexiones a la llegada del AVE a Galicia. De hecho, la llegada de la alta velocidad generó tanto interés que hubo que duplicar frecuencias. En concreto, en A Coruña se pasó de cinco a diez servicios diarios, con tres trenes directos y otros siete con enlace, con un precio que dependerá de la demanda en cada momento.

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Sectores afectados por este nuevo servicio ferroviario auguran efectos positivos en la economía. En este sentido, Gonzalo José Torrado Moreira, que lleva 36 años al volante de un taxi, cree que con el AVE «algún pasaxeiro máis chegará á estación». Comentó que esperar en San Cristóbal tan solo da opción a realizar un servicio: «Se saes de aquí e o destino é Monte Alto non da tempo a volver a por máis clientes. Pero seguramente traerá máis actividade». Y no se olvidó de incidir en los problemas que está pasando el sector del taxi desde que se inició la pandemia. «A cousa recuperouse un pouco, pero a xente volve ter medo e xa non recurre tanto ao taxis. Pola noite se sigue traballando ben, pero non hai tanto traballo coma antes», explicó.