El Ayuntamiento de A Coruña hereda un edificio de 4.422 metros en la plaza de Pontevedra a cambio de 172.339 euros en misas

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Marcos Míguez

El filántropo Manuel Piñeiro Pose lo legó en 1940 para la atención de enfermos y solo pidió a cambio el cuidado de su sepultura y de su alma

08 nov 2021 . Actualizado a las 17:41 h.

El gran edificio de la plaza de Pontevedra situado enfrente de la cafetería Manhattan, entre las calles Teresa Herrera y Payo Gómez, será del Ayuntamiento de A Coruña a cambio de 172.339 euros, que se destinarán a cumplir la manda piadosa del alma de Manuel Piñeiro Pose, el filántropo coruñés que lo legó a la ciudad.

El inmueble tiene una superficie total construida de 4.422 metros cuadrados. Fue levantado en 1920 y su característica fachada, coronada por dos torres circulares, es uno de los elementos más característicos de la plaza de Pontevedra. Esa fachada continua se levanta sobre dos parcelas, situadas según el catastro en las dos calles citadas. La más grande es la del número 16 de la calle Teresa Herrera. Tiene 2.675 metros cuadrados, que se dividen en un comercio de 354 metros que fue reformado en el 2017, dos oficinas de 81 y 158 metros y 15 viviendas que oscilan entre los 81 y los 321 metros. La otra parcela da al número 15 de Payo Gómez y tiene 1.747 metros cuadrados distribuidos en un comercio de 226 metros, tres oficinas de entre 104 y 132 metros y nueve viviendas de entre 104 y 181 metros cuadrados. Todas las construcciones de la parcela fueron rehabilitadas en el año 2000.

La última tasación del edificio, encargada por el Ayuntamiento de A Coruña hace una década, estimó su valor en casi 12 millones de euros, aunque el precio de mercado podría ser más elevado en la actualidad.

Piñeiro Pose murió en 1940. Dos años antes había otorgado un testamento en el que establecía la citada manda piadosa a favor de su alma, que consiste en una participación equivalente a 140.000 pesetas del valor total de las casas número 16 de Teresa Herrera y número 15 de Payo Gómez para misas, limpieza de su tumba o tributos por la vigilancia y custodia de su sepultura.

El resto de los dos inmuebles los legó a favor del Hospital Municipal de A Coruña. Esa institución ya no existe, pero por trámite de sucesión los bienes corresponden al Ayuntamiento. 

Últimas voluntades sin atender

En el testamento se designó como albaceas universales al abad de la colegiata, el presidente de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de A Coruña, la madre superiora del Hospital de A Coruña, el decano del Colegio de Notarios, el párroco de la iglesia de Santa Lucía y el párroco de la iglesia de San Nicolás.

El testamento disponía que durante 30 años las casas no podrían venderse y serían administradas por los albaceas, quienes debían deducir del producto de dichas casas las 140.000 pesetas para su alma. El resto de los ingresos debían dedicarse a mejorar el tratamiento científico y la alimentación de los enfermos del hospital municipal de A Coruña.

Una vez transcurrido el plazo de 30 años, las dos parcelas pasarían a ser íntegramente del hospital municipal, después de que los albaceas gestionasen la aportación de las 140.000 pesetas por parte del Ayuntamiento, con el fin de dar cumplimiento a la manda piadosa de su testamento.

El 3 de octubre de 1940, tras la muerte de Manuel Piñeiro Pose, el Ayuntamiento aceptó el legado. Por lo tanto, a partir de 1970 los inmuebles debieron pasar a ser de su propiedad. Sin embargo, la entrega del legado no fue formalizada y, según la documentación municipal, por distintos motivos, los albaceas no gestionaron el suministro de los fondos para garantizar la voluntad del testador, a pesar de varias peticiones realizadas por el consistorio.

Ante esa situación, el Ayuntamiento decidió hacer las gestiones para hacer efectiva la voluntad del filántropo, cumpliendo con su petición para que el legado fuese entregado y el edificio inscrito a su nombre en el Registro de la Propiedad.

El gobierno local ha hecho la equivalencia de las 140.000 pesetas sobre el valor total de los inmuebles en el año 1940 al valor actual. El resultado de esa operación son los 172.339 euros mencionados, que deberán ser consignados para la manda piadosa.

Esa cantidad fue ofrecida a los albaceas, y se les dio un plazo para designar una cuenta en la que efectuar el ingreso de los fondos. El requerimiento no fue contestado, por lo que no fue posible hacer el trámite por esa vía. 

La solución, en la justicia

En consecuencia, el gobierno local ha optado por pagar la cantidad mediante una consignación judicial. Los 172.339 euros serán depositados en el Juzgado decano de Primera Instancia de A Coruña. Una vez entregado el dinero, el Ayuntamiento podrá inscribir el edificio en el registro.

El ejecutivo de Inés Rey prevé que esos trámites sean aprobados durante los próximos días.

Si todo sale bien se habrán cumplido las últimas voluntades de Manuel Piñeiro Pose, al que el Ayuntamiento reconoció por su generosidad cuando era alcalde Alfonso Molina, dedicándole una calle y otros homenajes. Por otra parte, el patrimonio municipal incorporará un edificio de grandes dimensiones en una ubicación privilegiada. Sin embargo, el inmueble está ocupado por completo, por lo que es difícil que se le pueda dar un uso público a corto plazo.