Los hosteleros de A Coruña se dividen entre el apoyo y la indignación ante las restricciones aplicadas por la Xunta

F. Brea / L. Cancela A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Imagen de archivo de ambiente nocturno en la calle Barreira
Imagen de archivo de ambiente nocturno en la calle Barreira ángel manso

El presidente de la Asociación de Hostelería de A Coruña apunta que es preferible «una pequeña vuelta atrás que un cierre que no podamos soportar». Antón Sáez, portavoz de los hosteleros de la Marina dice que «nosotros no le vemos ningún sentido»

07 ago 2020 . Actualizado a las 17:40 h.

Las restricciones anunciadas por Sanidade en A Coruña y su área ya han provocado las primeras reacciones. El presidente de la Asociación de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, apunta que «Es un golpe muy duro, pero, en general, estamos de acuerdo con la medida». Considera que existe «más transmisión que en la primera oleada, con la aparición de casos en diferentes puntos que generaron alarma». Por ello, afirma que el sector apoya las medidas: «Es una situación grave, está en juego la vida. La alternativa es que nos cierren a todos y eso es lo que no puede pasar».

Cañete reconoce que el palo es especialmente duro para los profesionales del ocio nocturno, aunque considera que «es preferible que pare y se le apoye con ayudas a que todo el mundo baje la verja y no haya ayudas para nadie». Por eso no deja pasar la oportunidad de reivindicar el apoyo a los empresarios de la noche para que «puedan salir de esta».

El presidente del colectivo coruñés indica que en la sociedad se percibía «mucho miedo. El rumor en la calle es constante sobre gente conocida que ha dado positivo o que se ha tenido que someter a la prueba PCR. Creo que el cierre del ocio nocturno era un clamor popular. No por la hostelería, sino porque durante la noche el incumplimiento de, por ejemplo, la distancia social es generalizado».

Pero no todos opinan igual. Antón Sáez, portavoz de los hosteleros de la Marina, se mostró indignado y apunta que «nosotros no le vemos ningún sentido, porque los brotes más grandes no vienen de la hostelería». El profesional del sector considera que esta es una decisión de «cobardía política», ya que «parece que hay miedo a sancionar a quien no cumpla las normas en todos los ámbitos. A la hostelería se le ataca siempre. Además, no tiene sentido cuando puedes salir de copas en otro sitio recorriendo unos kilómetros».

Sáez defiende que en los negocios se preocupan porque los clientes guarden la distancia y vigilan el uso de la mascarilla: «El problema viene de sitios y situaciones donde no se respetan las medidas, como las fiestas que se hacen en casas particulares, los jóvenes reunidos en grupos grandes o la gente que anda sin mascarilla por la calle».

El portavoz de los negocios de la Marina asegura que para ellos la situación ya es «dramática en un sector con tantos trabajadores. De hecho, muchos no han podido sacar a todos sus empleados del ERTE porque no se funciona como antes».

Adrián Felípez: «Cada vez que salía una noticia sobre casos positivos se caían tres mesas reservadas»

Adrián Felípez regenta La Taberna de Miga y, como hostelero, valora positivamente la medida tomada por la Administración autonómica, aunque tenga su impacto: «Creo que la decisión es correcta, pero esto asusta al cliente». De hecho, Adrián asegura que «cada vez que salía una noticia sobre casos positivos se caían tres mesas reservadas. La gente tiene miedo y se nota». Todo comenzó con el caso Fuenlabrada, «desde ese momento se notó en las reservas y también con el brote del gimnasio».

En su caso, no afectará la reducción del aforo ni la limitación de horarios, ya que está trabajando al 50 % y cierra antes de la una de la madrugada. Felípez afirma que aún a día de hoy hay que «luchar con el cliente» para que utilice correctamente la mascarilla: «Es por la seguridad de todos y si hay una norma, se cumple y punto, aquí no hay negociación». Ahora debe espera a ver el comportamiento de los coruñeses, porque «es una pena que se genere miedo. Lo que tiene que haber es respeto y cumplir con las medidas».

Las reacciones desde otros sectores y colectivos de A Coruña no se han hecho esperar. La Cámara de Comercio es clara y su presidente, Antonio Couceiro, comenta que la entidad «respalda las decisiones de las autoridades sanitarias orientadas a contener la expansión de la pandemia, ante el aumento de la incidencia en los últimos días, y tratando de evitar medidas más restrictivas que afecten seriamente a nuestra economía».

Álvaro Victoriano: «Es un palo gordo e importante en un momento en el que parecía que se remontaba»

Álvaro Victoriano tiene dos locales hosteleros en la ciudad, el Peculiar y el Intenso, y no es para nada optimista: «Es un palo gordo e importante en un momento en el que parecía que se remontaba, aunque estaba siendo complicado. Aunque no queríamos creerlo, todos sabíamos que estas medidas iban a llegar». Para Victoriano, más que la reducción de aforos, el problema es «la opinión pública, que se coja miedo a venir a los restaurantes porque se piense que el virus está aquí esperando».

El hostelero comenta que cuando se decretó el cierre durante el estado de alarma «por lo menos con el ERTE ibas apañando, pero así hay que pagarlo todo». Álvaro asegura que en sus negocios se cumplen todas las medidas y pide a sus compañeros del sector que hagan lo mismo «porque nos afecta a todos».