Siete detenidos en un operativo antidroga de la Guardia Civil en un narcoedificio de Meicende, en Arteixo

F. Molezún / T. Rivas / T. Silva ARTEIXO / LA VOZ

A CORUÑA

La intervención finalizó pasadas las 10.30 horas, pero la operación continúa abierta, aunque bajo secreto de sumario. La vivienda se convirtió en un punto de venta de sustancias estupefacientes cuando se demolieron las viviendas de San José y sus moradores se trasladaron a la calle Touriñana

06 nov 2024 . Actualizado a las 13:33 h.

La Guardia Civil desplegó un importante operativo antidroga en la calle Touriñana de Meicende, en Arteixo. Desde las 6.00 horas, varias patrullas y la brigada canina se trasladaron hasta esta zona de O Petón para registrar un narcoedificio de la zona y se han producido siete detenciones. «Se está desarrollando una operación contra el tráfico de drogas a pequeña escala. La actuación está bajo secreto de sumario y continúa abierta porque se efectuarán más registros en diferentes viviendas a lo largo de la jornada que supondrán más diligencias. Por el momento hay seis personas detenidas», aseguró Rivas, que indicó que el operativo «forma parte del trabajo continuo de colaboración entre la Guardia Civil y la Policía Local de Arteixo». Poco después se produjo una detención más, con lo que ya son siete las personas arrestadas. 

Los agentes de la Benemérita y el personal del juzgado que se trasladaron hasta la calle Touriñana de Meicende procedieron al registro del inmueble y poco después de las 10.30 horas empezaron a retirarse. En las furgonetas se introdujeron varias bolsas con el material incautado, entre el que destaca la presencia de una catana. Los detenidos permanecieron esposados a las puertas del inmueble durante el transcurso del operativo. Cuatro fueron arrestados en el propio edificio, mientras que el quinto llegó en coche en compañía de otras tres personas y se entregó a los agentes —todo apunta a que sobre él pesaba algún tipo de orden de búsqueda—. Ahora, el resultado del registro será trasladado al juez responsable de la actuación. 

Hace un par de años, esa misma vivienda fue objeto de otro registro de idénticas características en el que se detuvo a seis personas, cuatro de ellas miembros del clan de la Mora, como presuntas autoras de un delito continuado contra la salud pública. Optaron por trasladarse hasta allí cuando el Ayuntamiento de A Coruña demolió las viviendas de San José, un conocido punto de venta de estupefacientes, en enero del 2022. En un principio se establecieron en el bajo del número 33 de la calle Touriñana, pero con el paso del tiempo se okuparon varios pisos más.

El amplio despliegue de la Guardia Civil fue recibido con satisfacción por los residentes de la zona. Algunos incluso han agradecido a los agentes la intervención y esperan que se desmantele el narcoedificio para poner fin a una situación de tensión con la que tienen que convivir a diario y que califican de «cáncer enquistado». «Los vecinos estamos hartos. Los sacaron de las casas que había al lado de la refinería y se vinieron para aquí. Sacan a algunos, pero otros quedan dentro y no hay manera de terminar con el problema. Estamos hasta el gorro. Es un sinvivir», aseguró una vecina en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz. «Isto parecía Penamoa. Ven xente a consumir, a comprar e a vender. Ves chavales xóvenes e é unha pena velos. Andan detrás tú para que lles des cartos e iso non gusta», señaló otro.

La Policía Local de Arteixo se desplazó hasta el lugar y mantuvieron cortada la calle tanto al tráfico rodado como al tránsito de peatones durante el transcurso de la operación. También estuvieron presentes técnicos de una empresa eléctrica para revisar el cableado de la vivienda, ya que tenía la luz enganchada de manera ilegal. 

El alcalde del municipio, Carlos Calvelo, se refirió a la «situación incómoda y preocupante» a la que se enfrentan los vecinos «con el continuo trasiego de gente que va a comprar y consumir, lo que provoca un clima de convivencia complicado». «Creo que es la tercera vez que entran en la vivienda. A ver si de una vez por todas cogen una cantidad suficiente para que la Justicia aparte un tiempo a esta gente y no vuelva a reproducirse la situación», añadió.

«Agora uns irán ao cárcere, pero o negocio segue»

Otros vecinos consultados no son nada optimistas con las consecuencias de la redada de este miércoles. «Cada certo tempo fan unha intervención, logo deixan pasar un ano e medio e as cousas seguen igual. Isto pasa no Petón, pero nas Eiras pasa o mesmo», señala Orlando Bello, presidente de la Asociación de Veciños San Xosé Obreiro de Meicende. Apunta a que en las viviendas que tiró el Ayuntamiento de A Coruña estaban más aislados. «Pero entraron aquí, en Arteixo, levamos 40 anos con esta situación, os próximos días non veremos yonquis, pero despois han volver, sempre volven, véxoos pasar en peregrinación a Touriñana xunto ao parque dos nenos, unha magoa que non imos ser capaces de desterrar», añade el portavoz de los vecinos. «Agora uns irán ao cárcere, pero o negocio segue», indica.

En septiembre de este año, uno de esos drogadictos que acudía con regularidad a esta zona, murió en el propio narcopiso de Meicende. Tenía 57 años y era vecino de A Coruña. Su cuerpo apareció postrado en una cama sin aparentes signos de violencia.

Salomé da Torre es una de las vecinas más activas de Meicende en este y otros problemas del barrio, inmersa en asociaciones locales. El narcopiso le toca físicamente muy cerca y última redada no ha apaciguado los ánimos con el trasiego de drogadictos. «Pueden entrar 20 veces pero las cosas no van a cambiar, aunque es de agradecer el encomiable trabajo que está haciendo la Guardia Civil», indica. Ante los comentarios que aseguran que los detenidos compraron el edificio de Touriñana 33, Salomé niega la mayor. «Yo me he molestado en mirarlo en el Registro de la Propiedad, no son dueños de ningún piso, solo del bajo y para eso una parte porque les han embargado la mitad», asegura esta vecina, muy crítica con el papel del Concello de Arteixo. «Todo el mundo habla, pero al mismo tiempo todo el mundo tiene miedo, yo ya me reuní con el alcalde, con el concejal de Seguridad Ciudadana y con el jefe de la Policía Local, les propuse mil cosas pero no me han hecho caso», se queja. Uno de esos argumentos es el control técnico de los edificios de 50 años. «¿Por qué no se somete este bloque a una inspección?, por desde luego no la iba a superar», concluye.