La comisión de Derechos Humanos de Filipinas critica la «lentitud» de las autoridades en la captura de los asesinos de Diego Bello

A Coruña LA VOZ

A CORUÑA

Diego Bello en la playa de Barrañán
Diego Bello en la playa de Barrañán

Los tres agentes que asesinaron al joven coruñés permanecen en paradero desconocido desde marzo, cuando se ordenó su captura

05 oct 2022 . Actualizado a las 17:58 h.

Los tres policías que hace dos años presuntamente asesinaron en Filipinas al empresario y surfista español Diego Bello continúan en paradero desconocido, mientras que la Comisión de Derechos Humanos filipina ha criticado el «retraso injustificado» en la localización y detención de los agentes. Bello, un coruñés de 32 años, murió acribillado el 8 de enero de 2020 en la turística isla de Siargao (sureste) en una operación orquestada por los policías, que el pasado marzo fueron acusados del asesinato del empresario por un tribunal que emitió una orden de arresto. Los acusados, el capitán Vicente Panuelos y los sargentos Ronel Azarcón Pazos y Nido Boy Esmeralda, no se presentaron ante el tribunal y se encuentran en paradero desconocido, según las autoridades.

La directora ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos (CHR, en sus silgas en inglés), Caroline de Guia, criticó en declaraciones a Efe la «lentitud» de la Policía Nacional filipina en la captura de los acusados. De Guia mostró dos cartas enviadas a la Oficina Nacional de Inteligencia filipina (NBI, siglas en inglés), fechadas el 23 de agosto y 12 de septiembre pasados, en las que la Comisión plantea la intervención de la NBI en el proceso. «Ha habido varios casos, sobre todo de gran relevancia pública, en los que la NBI se ha involucrado y creemos que podemos confiar fuertemente en ellos» dijo esperanzada De Guia, aunque la NBI aún no ha respondido a la petición. Tras matar de seis tiros a Bello, los agentes acusaron falsamente a Bello de ser un «narcotraficante» y de haber disparado primero durante la operación policial, así como de llevar encima 10 gramos de cocaína y 30.000 pesos (unos 600 euros) en billetes marcados. Tanto la CHR como la Oficina Nacional de Inteligencia publicaron sendos informes en los años 2020 y 2021 en los que desmontaron las pruebas y el informe presentado por los policías. Panuelos, Azarcón Pazos y Esmeralda fueron acusados formalmente de asesinato y falsificación de pruebas por un juzgado de Siargao del Norte a petición de la Fiscalía General de Filipinas el pasado 25 de marzo.

Asimismo, el pasado 20 de septiembre, familiares y amigos de Diego Bello pudieron hablar con las autoridades consulares de Filipinas en Madrid. Durante la entrevista, los familiares aseguran que la respuesta de las autoridades se resumió en un escueto mensaje: «Filipinas quiere que esto se resuelva», a pesar de que no dieron más detalles del proceso, según explicaron fuentes próximas a la familia del coruñés.