La polémica de «Masterchef» en A Coruña: Coruñeses, somos «galeguiños»

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

Banijay Iberia

A la misma velocidad con la que Victoria Abril se comía los percebes mientras cocinaba en el concurso de televisión, crecía nuestra indignación

08 oct 2021 . Actualizado a las 11:03 h.

A la misma velocidad con la que Victoria Abril se comía los percebes mientras cocinaba en Masterchef, crecía nuestra indignación. A los coruñeses, si algo nos molesta es que nos desprecien. Y ver cómo esos bogavantes, esas merluzas del pincho y esos percebes como puños caían en el cubo de la basura nos revolvió el estómago sabiendo, sobre todo, el gusto que le ponemos cuando somos anfitriones y nos desvivimos por dar lo mejor de nosotros mismos. Estragar ese marisco y ese pescado nos hirió en lo más profundo porque sabemos el valor que tiene y cómo se juegan la vida percebeiros y mariñeiros para que después los disfrutemos en la mesa.

Pero poca cotización se vio en Masterchef sobre lo que aportamos como gallegos, ya no solo a la cocina española, sino a nivel mundial. Con el anisakis como protagonista de unas merluzas que esas celebrities no han visto en su vida, los coruñeses asistimos atónitos a un despropósito de show en el que el respeto por la comida -ese que nos enseñaron nuestras madres- quedó pisoteado por los suelos. Pero aún nos quedaba la traca final, cuando con ese rancio mesetario Samantha Vallejo-Nágera se ajustó al tópico, y en un intento de revivir a Beatriz Carvajal en el Un, dos, tres (que ya le gustaría), jugó a imitar nuestro acento «galeguiño» con el apoyo de Jordi Cruz, que se tiró a la piscina en un portugués brasileiro. No me imagino la escena a la inversa: que como gallegos llegásemos a Madrid o al restaurante del chef catalán a dárnoslas de simpáticos con la archimanida fonética del «ej que» madrileño y «el saben aquel que diu».

Pero esa es la mirada que aún existe entre los señoritos pijos con el andalú y los galeguiños tan riquiños y caladiños de la periferia. Aínda lles quedan moitos percebes por comer para chegar a ser coma nós. Coruña, eso sí, salió preciosa.