Este año prometo leer más

Patricia García Lema
PATRICIA GARCÍA REDACCIÓN

A CORUÑA

Biblioteca Rialeda, Perillo
Biblioteca Rialeda, Perillo ANGEL MANSO

Primer propósito del 2018: dedicarle más tiempo a la lectura. Y las bibliotecas de la comarca esperan con los brazos abiertos para cumplir los deseos de sus vecinos. Porque aunque el área no es Finlandia, su red de bibliotecas es como una segunda casa para muchos

22 ene 2018 . Actualizado a las 17:52 h.

En Finlandia hay más de 800 bibliotecas. Es uno de sus bienes más preciados y un orgullo para el país. El país nórdico es el espejo en el que se miran las bibliotecas de medio mundo, entre ellas las de la comarca. Porque aunque esto no es Helsinki (ni falta que hace) el área cuenta con su propia red de bibliotecas, una segunda casa para muchos vecinos. Con el propósito de leer más en el 2018, muchos centros se preparan para un año muy lector.

El Helsinki de la comarca hay que buscarlo en Oleiros. El concello tiene siete bibliotecas y 21.892 socios. Es el paraíso de la lectura. Casi el 61 % de la población pasó en algún momento por alguno de los centros de lectura de los municipios. Todo un récord y un espejo en el que se miran muchos otros centros de la comarca. Al frente de la red de bibliotecas de Oleiros está, desde hace 30 años, Luz Corral. «Celebrei os 30 anos aquí coa concesión dun premio que nos deron a todas as bibliotecas de Oleiros desde a federación de gremios de editores», cuenta orgullosa desde la biblioteca Rialeda, en Perillo, la madre de los siete centros.

Luz, la responsable de las bibliotecas municipales de Oleiros.
Luz, la responsable de las bibliotecas municipales de Oleiros. ANGEL MANSO

En el 2017 se realizaron más de 80.000 préstamos en el municipio, entre libros, DVD y revistas. Corral prevé un buen 2018 y muy lector. «Aumentaron os fondos para as bibliotecas, así que espero que sexa un bó ano». De momento van superando marcas, con listas de espera en sus tres clubes de lectura, una de las referencias de las bibliotecas de Oleiros y con pleno en las actividades para los más pequeños.

El fondo de los siete centros supera los 180.000 títulos. Pero los vecinos de Oleiros tienen sus títulos preferidos. Según cuenta Corral, entre los libros preferidos de los adultos está Patria, de Fernando Aramburu. «É un dos máis prestados con moita diferencia». Lo siguen Todo esto te daré, de Dolores Redondo, o El laberinto de los espíritus, de Carlos Ruiz Zafón. En literatura gallega, arrasa Izan o da saca, de Xabier Quiroga, y A praia dos afogados, de Domingo Villar. Entre los adolescentes, triunfa un clásico, Mortadelo y Filemón. «Tamén piden moitos libros para aprender inglés e revistas de cociña», cuenta Corral, que tiene su propia lista de favoritas y sus recomendaciones para el 2018: «Gústame moito El reflejo de las palabras, de Abdolah Kader, e tamén Volver a casa, de Yaa Gyasi».

«La biblioteca es más que un lugar de préstamo de libros, es también un salón de estudios», asegura el responsable de la biblioteca de Betanzos, Alfredo Erias. El centro tiene 5.565 socios y estos días está lleno de universitarios preparando los exámenes de enero. «Les resulta muy cómodo estudiar aquí porque les ayuda a concentrarse y tienen acceso a Internet. Para muchos también es un punto de encuentro, vienen y quedan con sus amigos en la biblioteca», destaca Erias, que asegura que el centro «se queda pequeño» en época de exámenes.

ALFREDO ERIAS EN LA BIBLIOTECA
ALFREDO ERIAS EN LA BIBLIOTECA CESAR DELGADO

En sus mesas hay algún lector habitual de prensa y jóvenes que buscan entre las estanterías los libros que les encargaron los profesores. «Los títulos más prestados varían en función de los programas escolares, pero suelen triunfar los clásicos como Los tres mosqueteros», cuenta Erias.

Más fondos

En Sada la biblioteca amplía esta semana su horario hasta las diez de la noche. «Lo hacemos para que los jóvenes puedan venir a estudiar», cuenta Leticia, una de las auxiliares. Como ocurre en el resto de bibliotecas de la comarca, el de Sada es un centro de estudio para muchos vecinos. Para Leticia, es fundamental «apostar por las bibliotecas y cuidarlas porque es un servicio que necesitan los ciudadanos».

Aquí también cuelgan el cartel de completo en las épocas de exámenes. Leticia conoce a muchos socios por el nombre. «Hay gente mayor que viene todos los días a leer el periódico. Nos preocupamos de ellos como si fuesen parte de nuestra familia y si algún día faltan los echamos de menos», confiesa Leticia. Aunque están contentos con el nivel de usuarios, echan en falta más fondos para la adquisición de títulos. «Es necesario mantenerse actualizado para que los socios tengan dónde elegir», apunta.

Una familia desde la infancia

En Cambre trabajan para enganchar a los más pequeños a la lectura con una bibilioteca específica para niños

Ángeles Roca inauguró la primera biblioteca de Cambre en 1984. «Algúns dos que viñan nese primeiro momento como nenos veñen agora cos seus fillos. Isto é como unha familia», cuenta la bibliotecaria y archivera de Cambre. En casi 34 años el municipio sumó dos centros más y 17.000 socios.

Desde la biblioteca central, Roca incide en el trabajo que realizan para enganchar a los más pequeños a la lectura. «É a base de todo. Os nenos afanse rapidamente á boa calidade. E aquí é o que intentamos facer», asegura Roca. Entre sus proyectos más recientes: el estreno en octubre del año pasado de una biblioteca infantil con 145 metros cuadrados. «Pasamos de ter só dez metros cadrados destinados aos máis pequenos a ter un espazo tan grande como o dos adultos». La zona, con murales en las paredes y estanterías adaptadas a la estatura de los niños, destaca, según Roca, por los títulos. «Dámoslle moita importancia ao momento da selección dos títulos que imos traer á biblioteca. Tratamos de que haxa moita variedade e de que sexan diferentes aos que se poden atopar nunha área comercial», explica la bibliotecaria de Cambre.

ANGELES ROCA, BIBLIOTECARIA DE CAMBRE
ANGELES ROCA, BIBLIOTECARIA DE CAMBRE CESAR QUIAN

Acciones

Entre las acciones más conocidas del municipio para captar la atención de los más pequeños: la creación de un personaje en 1994, el Moucho Leroucho, que acompaña a los niños en su iniciación a la lectura. «Aos nenos encántalles. Co Moucho colaboramos cos centros de ensino e isto fai que sexan os nenos os que despois queiran vir á biblioteca e animen a vir tamén aos seus país», asegura Roca. Las actividades se completan, entre otras, con cuentacuentos y un taller al mes en inglés. Para los adultos hay clubes de lectura, que agotan las plazas. «O que ven á biblioteca ven por gusto», afirma.

No es Finlandia, pero en Cambre intentan cuidar de sus socios. «Cando abrimos a biblioteca no 84 non había nada, non había móviles nin tantas distraccións, así que a biblioteca converteuse nun punto de encontro. Moita xente viña aquí a pasar as tardes e iso todavía se conserva. Moitos novos quedan aquí, para estudar ou pasar o día», confiesa Ángeles Roca. La esencia del principio se mantiene y en el pasillo del centro un grupo de jóvenes se saludan antes de sentarse a estudiar.

«La biblioteca es como mi casa»

Belén Aradas lleva once años estudiando para una oposición en la misma mesa del centro de Sada 

Cuando entra por la puerta todos conocen su nombre. Belén Aradas es una más de la biblioteca de Sada. Aquí lleva viniendo once años. Todos los días, sin falta. «Es como mi casa», asegura. «Empecé a venir cuando estaba estudiando Derecho. Después acabé la carrera y decidí opositar. Todavía no tuve la suerte de aprobar, pero este año lo voy a volver a intentar», cuenta esta vecina de Sada. Su objetivo: ser letrado de la Administración de Justicia.

En la biblioteca de Sada le espera su mesa y su silla: «Tengo ya mi sitio, en la zona de la pecera, de cara a la pared». Al lado, las chicas de la biblioteca le dejan los códigos judiciales. «Los tienen aquí por mí». Su silla no se toca. «Alguna vez me la cogieron, pero casi siempre está libre».

Belén Aradas, con dos libros de códigos judiciales en su rincón de la biblioteca de Sada
Belén Aradas, con dos libros de códigos judiciales en su rincón de la biblioteca de Sada Patricia García

En la biblioteca cuidan de Belén. «Pasé muchos años de mi vida aquí y me han ayudado mucho. Cuando estaba mal, las chicas de la biblioteca me animaban a seguir. Incluso un día me prepararon un calendario con una cuenta atrás hasta el día del examen», recuerda emocionada.

Amistades

Al igual que a Belén, la biblioteca es una segunda casa para muchos. «Ese chico de ahí también es perro viejo, lleva viniendo a estudiar muchos años», explica Belén desde su pupitre en el centro de Sada. Allí hizo también amistades. «Entre libros y apuntes conocí a Cristina, una de mis mejores amigas. Las dos estábamos opositando y al final pasábamos tanto tiempo juntas en el mismo sitio que nos acabamos contando todo». Cristina vive en Pontevedra, pero se siguen llamando para saber qué tal están. Lo que ha unido la biblioteca que no lo separe la distancia. De vez en cuando, Belén se distraía con algún libro de la biblioteca. «Me llevaba muchos para casa, nada denso, necesitaba despejarme de tanto código», relata. Entre los libros favoritos de esta opositora Los ojos amarillos del cocodrilo. Aunque en los últimos meses dejó de ir todos los días a la biblioteca por culpa del trabajo, su intención este año es presentarse de nuevo a los exámenes y regresar a la biblioteca de Sada. «Ya las echaba de menos, tengo ganas de sentarme de nuevo en mi silla y ponerme a estudiar».