«Tuvimos el mejor Oceanográfico»

Ramón castro

A CORUÑA

Torre cumple hoy 70 años y se jubila tras varias etapas como director del centro?de investigaciones marinas, que fundó en 1968 y al que situó en la élite española

18 may 2009 . Actualizado a las 13:12 h.

Miguel Torre Cervigón nació el 16 de mayo de 1938 en A Coruña. Hoy, día en el que cumple setenta años, cuelga las botas y pone fin a una intensa y fructífera carrera como biólogo al servicio de la pesca gallega. Fundó en 1968 el Centro Oceanográfico de A Coruña, «en unos cobertizos del puerto», recuerda, y lo dirigió en diferentes etapas. Lúcido y ameno conversador, conoce todos los detalles de la historia de este centro, probablemente un gran desconocido para los coruñeses a pesar de estar situado en un edificio monumental, en su enclave privilegiado de As Ánimas, y a pesar de la importante labor que realiza.

«La primera idea de crear un centro oceanográfico en A Coruña la tuvo Alfonso XIII -explica-. El monarca visitó A Coruña con el príncipe Alberto de Mónaco, en torno a 1920, y surgió la idea de crear el instituto». Pero el tiempo pasó y, aunque en Vigo se puso en marcha en 1935, en A Coruña no empezó a funcionar hasta 1968, trasladándose a su actual ubicación en 1974.

Torre Cervigón no oculta que su propio perfil profesional fue decisivo en la creación del centro coruñés. «Yo estaba en Oceanografía en Madrid, después de sacar las oposiciones -indica-, y me ofrecí a poner en marcha este instituto. Enseguida tuvo una época gloriosa -enfatiza- y fue el más importante de España. El que tenía más plantilla, más medios, el que generaba más proyectos de investigación... Fue aquí donde se hicieron los primeros estudios minuciosos sobre la pesca, la acuicultura y la oceanografía de Galicia».

Esa etapa dorada fue consecuencia de un convenio con Estados Unidos, que dotó al Oceanográfico coruñés de los mejores equipos y sufragó la formación del personal en sus universidades. «Fue una bicoca -señala Torre sin rencor- que se acabó cuando al director del centro de Vigo lo nombraron director en Madrid. Entonces, potenció el instituto vigués, se fueron para allí muchos de nuestros profesionales, y ahora es más puntero que el de A Coruña».

Miguel Torre es uno de los principales expertos en la oceanografía de Galicia. En su trayectoria profesional figuran cargos en el Instituto Español de Oceanografía y en la Consellería de Pesca, siempre en el ámbito de la investigación, hasta que retornó a su puesto en A Coruña en el 2001. En los últimos años ha ejercido de asesor del Cepreco, un organismo que se creó en la torre de control del puerto a raíz de la catástrofe del Prestige , y es ahí donde le ha llegado la jubilación.

«En todo este tiempo -rememora- tuvimos que lidiar con la catástrofe del Erkowitz , con el Urquiola , con el Mar Egeo ... y ahora con el Prestige . Realizamos trabajos de investigación muy serios, con resultados trascendentes como es la decisión de si se puede pescar o no».

Torre no se atreve a decir cuál fue la peor catástrofe marítima. «Todas son malas», medita, y asegura que no se pueden evitar, aunque sí mitigar sus efectos y disminuir las probabilidades de que ocurran.

«En una carretera con mucho tráfico, se pueden mejorar las curvas, limitar la velocidad, se pueden instalar frenos ABS en los coches..., pero si hay mucho tráfico siempre habrá accidentes -apunta-. Y aquí, por el corredor de Fisterra, hay muchísimo tráfico marítimo, especialmente de petroleros, y cualquier día, por un fallo humano o una tempestad, ocurre un accidente».

Aun así, cree que Galicia está mejor preparada que antes del Prestige y que a nivel internacional se ha mejorado, con medidas como el doble casco o la mayor formación de las tripulaciones. «Estamos mejor preparados, hay más conocimiento, pero son catástrofes con las que es muy difícil pelear», afirma.