Medio millar de jóvenes hacen surf en las playas coruñesas

Redacción A CORUÑA

A CORUÑA

Razo, Caión y el Orzán son las más queridas por estos deportistas

26 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Surf significa, en inglés, marea. Y surfear (o surfing) es hacer de las mareas y de sus caprichos un duro y apasionado deporte. Equilibrio, resistencia y técnica parecen ser las claves para navegar sobre las olas con una tabla como nexo de unión con las revoltosas aguas. El surf procede de la costa oeste californiana y de Australia, y desde estos lejanos lugares se ha exportado a todo el planeta, acompañado de toda una estética e incluso de una forma de vida con la que en la actualidad comulgan más de dos mil jóvenes gallegos, 500 de ellos en las playas cercanas a A Coruña. Las más queridas por los amantes de las olas son Razo, Caión y el Orzán, pues es ahí donde las ondas son más acostadas, con menos tubos. A Galicia llegó el surf en 1969, cuando Víctor Montenegro tomó una tabla de surf en Patos (Nigrán). En los años posteriores sólo era practicado por unos cuantos jóvenes con coraje y afición exótica. Galicia tiene la particularidad de concentrar en pocos kilómetros numerosas playas en donde hacer surf. La popularización llegó a finales de los años 80. En A Coruña, en un radio de 40 kilómetros, hay mucho donde elegir. En los pocos años que lleva practicándose surf, la afición ha crecido de forma considerable, y los resultados ya se han comenzado a ver. Desde Foz hasta Nigrán existen más de quince puntos interesantes, una docena de playas para cabalgar sobre las olas, saboreando, además, un marco incomparable. En la costa coruñesa destacan Pantín (Valdoviño), Doniños (Ferrol), Bastiagueiro, Orzán, Sabón, (Arteixo) Caión y Razo (Carballo). Más al sur, y aún dentro de la provincia de A Coruña, se puede coger la tabla con óptimos resultados en Malpica (preferentemente en invierno), en O Vilar (Santa Uxía de Ribeira), en Nemiña (Muxía) y en Castro de Baroña (Portosín).