Anxo Fernánez, farmacéutico clínico e investigador: «Humanizar os hospitais é ter tempo para falar cos doentes, non poñer bancos con vistas»

CIENCIA

El profesional del Hospital de Santiago lleva años coordinando proyectos científicos del más alto nivel
19 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los hospitales son edificios muy raros si se miran desde la distancia. Llenos de cables, camillas y paredes blancas, en vez de un lugar para cuidar a los enfermos podrían semejar más bien enormes instalaciones con máquinas futuristas creadas para el mal. En su interior uno puede dedicar una buena cantidad de horas a observar rostros. Miedo, tristeza, esperanza o fascinación son emociones comunes entre las vigas de estos colosos, cuyo alma realmente no es otra cosa que los profesionales sanitarios.
Entre las batas que no paran de moverse de un lado a otro cargando todo tipo de utensilios o papeles destaca la de Anxo Fernández, un medio sonense por la rama paterna cuya infancia transcurrió entre el municipio barbanzano, Ordes y Santiago. Durante este dulce período vital cultivó una curiosidad que lo acabó llevando a estudiar farmacia cuando llegó a la mayoría de edad. Pero no paró ahí.
Su afán por descubrir y ayudar a sus pacientes lo llevaron a convertirse en el coordinador de la Unidade de Innovación e Investigación del Servicio de Farmacia del Hospital Clínico de Santiago. Este grupo, en el que participan varios profesionales, se centra en combinar la atención asistencial y las indagaciones científicas con el fin de desarrollar tratamientos específicos para cada paciente que los necesite. «Non todos os medicamentos teñen a mesma efectividade en todos os doentes, o noso obxectivo é poder atopar as solucións aos problemas diarios asistenciais aplicando os nosos coñecementos en investigación».
Especifica que esto no significa que el remedio vaya a llegar rápido, pues los procesos necesarios para sacar adelante una solución eficaz suelen llevar varios meses o años: «O que buscamos é que a próxima vez que volva esa persoa ou veña alguén coa mesma doenza poida beneficiarse dos nosos avances».
En un centro hospitalario lo menos que sobra es el tiempo, por eso el grupo coordinado por el experto contó hace unos años con la ayuda de los contratos Río Hortega, destinados al desarrollo de planes de formación en investigación en ciencias y tecnologías de la salud .
Para seguir indagando en sus proyectos accedieron a los contratos de excelencia y gran competitividad a nivel nacional Juan Rodés, lo que les permitió aplicar en la práctica los conocimientos teóricos que habían adquirido con anterioridad así como definirse como grupo consolidado.
Uno de los campos en los que están trabajando es el de la oftalmología. Dentro de este universo, una de sus iniciativas, bautizada como Stop Cistinosis, lucha contra esta enfermedad rara reclutando pacientes de toda España para descubrir nuevas dianas terapéuticas. Para ello colaboran con hospitales de toda la geografía nacional, entre los que destacan el Gregorio Marañón, de Madrid o el Clínic de Barcelona entre otros.
Además, también están centrando sus esfuerzos en mejorar el tratamiento de las personas que sufren DMAE o degeneración macular asociada a la edad, un mal para el que apenas hay medicamentos disponibles: «Buscamos crear fármacos que se adapten o mellor posible aos doentes». En el marco de este proyecto, una de las científicas del grupo estará dos años en la universidad de Harvard adquiriendo conocimientos técnicos para después aplicarlos aquí.
Mejor atención
Si hay algo en común entre todas las actividades en las que participa Fernández es el deseo de querer atender mejor a sus pacientes. El experto en farmacia piensa que hay que convertir los centros sanitarios no solo en espacios más agradables y cercanos, sino dotarlos de herramientas y profesionales suficientes: «Humanizar os hospitais é ter tempo para falar cos doentes, non poñer bancos con vistas».
Del mismo modo, señala que es la sociedad civil la que debe movilizarse para que el Gobierno y las comunidades autónomas destinen más fondos a la investigación: «Sábese que en sitios como o País Vasco recuperan catro ou cinco millóns de euros por cada un investido, a ciencia non é un gasto, é un investimento». Piensa que es importante que la gente sepa lo que se está haciendo en los laboratorios para que presione a los políticos: «O malo é que eles buscan resultados a curto prazo e iso é imposible».