Un año cargado de hallazgos

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

CIENCIA

Estalagmita de Arcoia de la que se extrajeron datos climáticos.
Estalagmita de Arcoia de la que se extrajeron datos climáticos. udc< / span>

El sur lucense registró notables descubrimientos científicos en el 2011

28 dic 2011 . Actualizado a las 12:21 h.

En contraste con la mala situación económica, el sur lucense ha sido escenario durante el 2011 de una importante serie de descubrimientos científicos. Los hallazgos realizados durante los pasados meses por diferentes equipos de investigadores asociados a las universidades de Santiago, Tarragona y A Coruña suponen en conjunto un notable avance para la arqueología, la paleontología y el estudio de la evolución humana en Galicia. Todos estos descubrimientos se han registrado en las cuevas calizas de Folgoso do Courel, Becerreá y Triacastela.

El primer hallazgo relevante, que se dio a conocer en marzo, consistió en una secuencia completa de datos climáticos de la sierra de O Courel durante los últimos 14.000 años, es decir, desde finales de la última glaciación. Esta información fue obtenida de una estalagmita de la cueva de Arcoia con un novedoso método de análisis aplicado por primera vez en Galicia por científicos del instituto universitario de geología Isidro Parga Pondal. Los investigadores de esta institución estudian ahora otras estalagmitas extraídas de las cuevas de la sierra con la intención de obtener datos climáticos mucho más antiguos.

Fósiles del Cuaternario

Un poco más adelante, en primavera, se dieron a conocer los resultados de las primeras dataciones radiométricas del gran depósito de fósiles del Cuaternario descubierto en el 2009 en una cantera de Becerreá próxima al yacimiento paleolítico de Valdavara. Los análisis determinaron que estos restos de animales de diferentes especies -oso, caballo, corzo, rinoceronte, león, pantera europea, hiena, entre otros- tienen una antigüedad mínima de 103.000 años. El yacimiento, por lo tanto, constituye una excelente representación de la fauna gallega propia de la época del hombre de Neandertal.

Poco después se difundió otra datación realizada precisamente en el yacimiento neandertal de Cova Eirós (Triacastela). Los investigadores lograron determinar la antigüedad de un nivel arqueológico al que se le asignaron 118.000 años. Los artefactos encontrados en ese nivel son por ahora el rastro más antiguo del hombre de Neandertal que se ha podido datar con precisión en el noroeste. La nueva campaña de excavaciones en Cova Eirós -el pasado agosto- proporcionó otro valioso hallazgo. Los arqueólogos descubrieron una azagaya o arma arrojadiza tallada en hueso y decorada con dibujos geométricos que ha sido encuadrada en el Gravetiense, un período cultural del Paleolítico Superior que se desarrolló entre hace 29.000 y 22.000 años. Este objeto es uno de las dos únicas muestras conocidas del Galicia de la cultura gravetiense. La otra es un colgante fabricado con un diente de zorro que apareció en este mismo yacimiento en el 2009. Estos hallazgos ayudan a completar la secuencia de los poblamientos paleolíticos en la montaña lucense, donde ya se conocen muestras de todos los grandes períodos culturales representados en otros yacimientos de la Península y del continente.