Más de dos meses de cierres temporales en los parques de bomberos de la Costa da Morte y Cerceda

Ya van más de dos meses con cierres temporales en los parques comarcales de bomberos que afectan a la Costa da Morte y Cerceda; es decir, los de Carballo y Cee, principalmente, pero también el de Ordes. Y la situación no tiene visos de que vaya a cambiar, al menos por el momento.

Se trata de algo insólito desde que está en marcha este servicio. Nunca antes habían dejado de funcionar.

En lo que va de verano, la sede carballesa ha tenido que clausurar sus puertas por falta de personal hasta en seis ocasiones, mientras que en el caso de la ceense fueron unas siete. Más se dieron en Ordes.

De la misma manera, bomberos de la zona han sido desplazados a parques como los de Arteixo y Santa Comba para reforzar guardias ante los problemas detectados.

«Polo momento, non houbo ningunha traxedia porque foron cadrando ben as incidencias», dicen bomberos de Cee y Carballo. El profesional José Barca Recarey, que ejerce en la capital de Bergantiños, pone un ejemplo en este sentido. «O outro día estaba cerrado o parque de Santa Comba e tivemos que ir pola mañá á Baña por unha árbore que estaba na estrada. Estabamos a 45 minutos de Carballo, a unha hora de Malpica e a hora e media de Laxe se chegase a pasar algo ao mesmo tempo. Cadrou que foi pola tarde cando tivemos que intervir nun conato de incendio na localidade carballesa», explica.

Velutinas

Las salidas para retirar nidos de velutina, sobre todo, en esta época, también es una tarea que, teniendo en cuenta la situación que se vive en los parques, puede mermar la rapidez a la hora de intervenir en otras actuaciones de mayor urgencia. Tanto en Carballo como en Cee, los trabajadores aseguran haber actuado en numerosas ocasiones en lo que va de verano con esta finalidad. Incluso en fincas privadas, apuntan desde el municipio ceense. Es un trabajo que corresponde a la empresa pública Seaga. «Derívannos os avisos cando é por tema de altura ou porque están a tope», comenta la parte asalariada.

Los bomberos de los consorcios provinciales de Galicia están en huelga desde mediados de junio, aunque no se han acogido a ella. Simplemente dejaron de hacer horas extra «para demostrar o problema grande de falta de persoal que hai», comenta Barca, que es miembro del comité de empresa del consorcio de A Coruña. En la inmensa mayoría de los parques de la provincia, las plantillas están integradas por 18 bomberos, pero en muchos hay «cinco ou máis baixas sen cubrir», señala. En algunas ocasiones, incluso porque «non hai vestimenta para equipalos», añade.

La carencia de material es otro de los aspectos que reivindican. José Barca Recarey pone otro ejemplo en este sentido: «Hai un camión de primeira saída, é dicir, que vai a todo, é o que máis se utiliza en Carballo, que o ían renovar xa no 2016. Foi aprobado un presuposto en pleno. Seguimos esperando por el sete anos despois, e usando o outro».

Demandan, asimismo, estabilidad laboral. «Tiñan que converter ao persoal laboral subrogado en persoal laboral fixo por unha normativa europea e, ademais, foron saíndo fallos xudiciais que os obrigan, pero demoraron os prazos», traslada. El cuarto aspecto que solicitan es un único convenio colectivo para todos. A día de hoy, rigen varios, lo que lleva a diferencias tan simples como a la hora de incluir los desplazamientos a ciertos parques o de tener que alargar la jornada mientras se espera por la llegada de un compañero.

La representación sindical de los bomberos criticó que el pasado 27 de agosto incluso se cerraron parques, entre ellos el de Cee, pudiendo evitarlo con una redistribución de los profesionales.

Desde la gerencia del consorcio provincial declinaron hacer declaraciones al considerar que es una negociación «de ámbito autonómico». La parte asalariada espera para confirmar la que será la primera reunión de trabajo con la Xunta. Un encuentro por el que llevan esperando todo este tiempo, aseguran.

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