A estas alturas casi nadie recuerda que las obras de mejora de la seguridad vial en la AC-416, que abarca las calles Poniente, Fábrica y avenida de Malpica, comenzaron como reacción a un trágico atropello en la zona de O Sisto. El paso del tiempo y las sucesivas modificaciones de los planes iniciales han acabado por reducir una inversión de más de un millón de euros a la polémica por la construcción del carril bici y una rotonda. Pero es sobre todo la vía para bicicletas la que ha indignado a un amplio sector del vecindario, que ha salido a la calle con protestas, pancartas y presencia masiva en los plenos para expresar su rechazo.
Las luces y las sombras que planeaban sobre la vía en un día como el de ayer también han caracterizado este proyecto, fruto de un compromiso adquirido por la anterior Consellería de Política Territorial de la Xunta y que supuso, de hecho, que el Concello de Carballo decidiese aplazar -parece que sine die- la ejecución de la tercera fase de la travesía principal para darle prioridad a la que conduce al vecino municipio de Malpica.
El 18 de abril de este año, unos días antes de que el alcalde, Evencio Ferrero, firmase la providencia ordenando el inicio del expediente de modificación del proyecto, el gobierno carballés ya anunciaba, a raíz de un reportaje sobre tráfico publicado por La Voz, de Galicia que la AC-416 tendría carril bici y dos rotondas.
Pero las reacciones no se produjeron hasta que ese anuncio empezó a convertirse en realidad. Los vecinos de la calle Fábrica, que recabaron el apoyo de los grupos políticos de la oposición, iniciaron su guerra particular contra el carril bici. En primer lugar, porque los bordillos colocados inicialmente resultaban peligrosos. Así se constató y se procedió a su eliminación. Pero lo que realmente molesta a los residentes y a los comerciantes de la zona es la pérdida de plazas de aparcamiento, ya que se cambia de ordenación en batería a en línea. A mayores, la ampliación de las aceras, con amplias isletas en los cruces, y el incremento de las zonas de carga y descarga contribuyen también, en cualquier caso, a reducir el espacio para vehículos. Según un estudio del Concello de Carballo, entre el proyecto inicial y el modificado, sin embargo, la pérdida en la calle Fábrica es de siete plazas.
El gobierno municipal se comprometió a estudiar las reivindicaciones vecinales, pero a día de hoy se desconoce si se producirá algún cambio en el carril bici. Lo que parece claro es que no se suprimirá, al menos no en todo su recorrido, y los vecinos que lo rechazan aseguran estar dispuestos a llegar con sus reivindicaciones hasta donde haga falta.