Un grupo australiano compra la mina de wolframio de San Finx en Lousame

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

LOUSAME

Marcos Creo

Abonará cinco millones de euros cuando venda las primeras mil toneladas de metal

04 ene 2022 . Actualizado a las 19:26 h.

La mina de San Finx en Lousame —que regresó al primer plano de la actualidad a raíz de que el pasado 3 de noviembre se sometiera a exposición pública el proyecto de recuperación ambiental para la depuración de sus aguas residuales—, acaba de pasar a manos de la compañía Galicia Tin & Tungsten, que tiene como único accionista al grupo australiano Rafaella Resources. Se trata de una empresa especializada en la exploración y desarrollo de proyectos mineros que cotiza en bolsa y que, a través de su filial en Galicia, es la titular de los derechos de la mina de Varilongo, en Santa Comba.

La operación forma parte del plan estratégico del grupo para convertir el noroeste de la península ibérica en un punto clave de suministro de este mineral para la UE, donde ha sido catalogado como una materia prima crítica al ser muy demandada y no tener sustituto. Precisamente, en un comunicado que Rafaella Resources colgó ayer en su página web se indica que la compra de San Finx es complementaria al proyecto de Santa Comba y a las adquisiciones recientemente acordadas de dos explotaciones situadas en Portugal: Borralha y Vila Verde.

El director general de Rafaella Resources, Steven Turnes, declaró que la adquisición aporta al grupo «otro activo de producción a corto plazo y nos posiciona para convertirnos en un proveedor líder de wolframio en Europa Occidental, un mineral que se enfrenta a importantes riesgos en la cadena de suministro debido al dominio de China».

Una filial de Sacyr

El grupo australiano formalizó la operación con Valoriza Minería, una filial de Sacyr que se había hecho con el yacimiento en el 2015 con el objetivo de retomar la extracción de wolframio y estaño. Sin embargo, en el 2017 decidió suspender la actividad en la mina de San Finx.

Según indica un documento de Rafaella Resources, el acuerdo establece el pago de cinco millones de euros. Sin embargo, los términos fijados establecen que no efectuará ningún abono a la parte vendedora hasta la producción y comercialización de las primeras mil toneladas de material. También determina que los importes se satisfarán trimestralmente.

Sobre las razones por las que Sacyr decidió la venta del yacimiento, fuentes de la firma subrayaron que el sector de la minería no es estratégico para el grupo, centrado en las concesiones de infraestructuras y prestación de servicios. Su intención es canalizar todos los esfuerzos hacia el negocio principal de la compañía.

Precisamente, en el comunicado de Rafaella Resources sobre la operación se alude a este aspecto. Así, se especifica que Sacyr está desprendiéndose de sus activos mineros, citando otras operaciones de venta realizadas por el grupo español.

En cuanto a sus propósitos, el grupo australiano subraya que tiene la intención de realizar una revisión detallada del recurso menos profundo, ya que cuenta con todos los permisos necesarios para reanudar la explotación minera por encima de los niveles inundados.

La compañía también se compromete a continuar con el trabajo medioambiental realizado por Valoriza Minería e investigar formas de minimizar la huella ambiental. También garantiza que el respeto por el medio ambiente formará parte del proceso de planificación, para que todas las operaciones dejen un legado positivo a las generaciones futuras.

La empresa destaca que Valoriza se brinda para prestar apoyo ambiental, algo que considera positivo porque destaca su trabajo en este ámbito.

La depuración y retirada del agua que inunda las galerías condiciona la actividad

La explotación de wolframio y estaño en el yacimiento de Lousame está condicionada a la retirada y depuración del agua que inunda parte de las galerías inferiores. La falta de autorización para acometer este proceso fue lo que llevó a la empresa filial de Sacyr a suspender la actividad en el 2017. En los últimos años, la hasta ahora propietaria del yacimiento presentó varios proyectos a Augas de Galicia.

El pasado 3 de noviembre, el Boletín Oficial da Provincia da Coruña publicaba el anuncio por el que sometía a exposición pública el nuevo proyecto presentado por la filial de Sacyr para el vertido de las aguas residuales depuradas. El nuevo proyecto, según se indicó desde la Xunta, incorpora los requerimientos exigidos por Aguas de Galicia, basándose en los resultados de una prueba piloto.

La actuación de regeneración recoge dos fases: una de vaciado previa a la explotación, con una duración de 494 días, y otra de explotación. El objetivo de la primera es evacuar el agua acumulada en las galerías de la mina hasta conseguir una cuota que permita las condiciones de explotación del yacimiento.

Dada la afección que el vertido puede tener en un ecosistema tan sensible como el de la ría de Muros-Noia, principal zona de producción de berberecho en Galicia, las cofradías implicadas presentaron alegaciones al proyecto sometido a exposición pública.

Por ahora Augas de Galicia no se ha pronunciado y en el documento del grupo australiano también se hace mención a la necesidad de conseguir la autorización.