Un proyecto trata de reabrir la que fue la mayor mina de wolframio de Europa

EMILIO FORJÁN SANTA COMBA / LA VOZ

SANTA COMBA

Sandra Alonso

Un grupo australiano prevé extraer 150.000 toneladas en el yacimiento de Varilongo, ubicado en Santa Comba

21 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El histórico yacimiento de Varilongo, en el concello coruñés de Santa Comba, podría reabrirse de nuevo para la extracción de wolframio y estaño y cerrar las primeras ventas a finales de este año. Eso intenta Galicia Tin & Tungsten (GTT), propietaria de quince concesiones mineras en esta zona del municipio coruñés, y que está detrás del proyecto tras ser adquirida por el grupo australiano Rafaella Resources. Esta mina, que cesó su actividad en 1985, fue durante la Segunda Guerra Mundial la mayor explotación europea de wolframio, mineral que por su dureza fue codiciado por la industria bélica nazi.

La producción en esta nueva vida para Varilongo estaría limitada al operar en una zona a cielo abierto. Los derechos los tiene Canteira da Mina, que explota áridos en los aledaños. Rafaella Resources ya ha comunicado a la bolsa australiana unos resultados de exploración cuyas estimaciones doblan las expectativas iniciales y hablan de un 103 % más de wolframio, un producto muy demandado en la Unión Europea, donde ha sido catalogado de materia prima crítica; o lo que es lo mismo, que no tiene sustituto.

La explotación será subterránea, para lo cual la filial de la compañía australiana posee todas las autorizaciones necesarias, una concesión en regla y sometida a las inspecciones de las administraciones. Rafaella Resources inyectará seis millones de euros para extraer el wolframio en Varilongo, pero la cifra de retorno en dos fases se estima en 158 millones de euros en un proyecto a largo plazo que iría hasta el año 2030, con una estimación de más de veinte millones de ingresos anuales. Según lo trasladado por Rafaella Resources a la bolsa australiana, en Varilongo confían en extraer más de 150.000 toneladas al año de minerales de grado superior. La mayoría se hallan cerca de la superficie y permitirían mediante su extracción a cielo abierto prolongar la vida útil del yacimiento, y a bajo coste. Apenas un 0,24 % están a más profundidad, en la mina denominada Carmen.

Una vez que el yacimiento esté a pleno rendimiento, la empresa prevé crear más de medio centenar de empleos directos, dándole preferencia a vecinos de la zona, con quienes ya han establecido contactos, así como con una treintena de proveedores ya seleccionados. De prolongar su vida útil a cielo abierto, la mina llegaría a generar 150 puestos de trabajo, un verdadero «revulsivo» para la zona. Eso sí, dependerá del estudio de viabilidad para expandirse. Para ello, cuenta con un nuevo equipo directivo liderado por Óscar Amigo García, que tiene una amplia experiencia en explotaciones mineras en México, Guatemala o en Riotinto (Huelva), con Atalaya Mining, la empresa promotora de la hasta ahora frustrada reapertura de la mina de cobre de Touro.

 Hoja de ruta

En Varilongo se trabaja actualmente en la limpieza y acondicionamiento de las galerías subterráneas. Es un paso previo para garantizar la seguridad en el interior y comenzar a extraer el mineral seleccionado a través de un proceso de gravimetría y concentrarlo en una planta de nueva construcción para su tratamiento. Los sobrantes van a ser comercializados como áridos para minimizar al máximo la afección al terreno y la generación de residuos. La «repercusión», señalan fuentes de la empresa, será más perceptible a medida que avance la extracción. La entrada de Rafaella Resources en la reactivación de Varilongo otorga solvencia al proyecto. El grupo cotiza en la bolsa de Australia y está sometido al control de las autoridades económicas. Los australianos se caracterizan por un sistema sostenible con una minería moderna, llevando al máximo los estándares en seguridad, protección medioambiental y responsabilidad social. El grupo participa en una explotación de oro en Australia y en otro proyecto minero en Canadá.