El incendio dañó redes eléctricas y de abastecimiento de agua

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

El mirador de A Figueira, en Boiro, ha quedado destrozado por el incendio.
El mirador de A Figueira, en Boiro, ha quedado destrozado por el incendio. MARCOS CREO

Una de las preocupaciones principales ahora es la erosión del terreno calcinado

11 ago 2022 . Actualizado a las 10:22 h.

Una vez que ha pasado lo peor del incendio que comenzó hace una semana en Boiro, y que siete días más tarde Medio Rural sigue sin dar por extinguido, toca hacer balance de daños. La estimación de hectáreas arrasadas no ha variado en los últimos días y se mantiene en 2.200, una extensión de terreno vastísima en la que el fuego no solo ha quemado árboles y matorrales, sino que también ha afectado a diversas infraestructuras. Los principales daños se concentran en redes de abastecimiento de agua y de electricidad, además de pistas forestales y zonas de paso en las que preocupa que la erosión pueda provocar desprendimientos.

De esto último hablaba el alcalde de A Pobra, Xosé Lois Piñeiro, que puso el foco en los accesos a las piscinas naturales del río Pedras y la ruta peatonal de subida hasta A Curota: «Preocúpanos moitísimo a estabilidade do terreo. Aí xa hai problemas de desprendementos e en algunha zona parte do camiño veuse abaixo. É un risco grande, non podemos esperar a que cheguen as axudas, temos que actuar xa».

En ese punto también hay infraestructuras eléctricas que han resultado dañadas, con postes quemados y problemas en el suministro a un inmueble conocido como la antigua fábrica de luz.

El fuego también alcanzó la cima de A Curota y afectó a la antena de telecomunicaciones que hay en la zona. De hecho, se registraron algunas dificultades en las comunicaciones por radio, que, por ejemplo, complicaron el trabajo a los taxistas de Ribeira.

Con todo, los desperfectos más importantes se encuentran en las redes de abastecimiento de agua. En A Pobra, se vio afectado algún tramo de la canalización pública, además de traídas vecinales. En este sentido, el regidor situó como prioritario garantizar la resolución de los problemas en el suministro detectados en núcleos como Vilas, San Paio, O Pumadiño y Os Casás.

Puntos de captación

Esta preocupación era compartida por el mandatario de Boiro. José Ramón Romero explicó que las canalizaciones de agua en la zona de Cubelo se quemaron, y que se vieron afectadas por el fuego traídas vecinales y pozos particulares.

Sin embargo, el principal temor ahora es que puedan verse afectados los puntos de captación del abastecimiento municipal: «Precisamente, en Cubelo temos un dos puntos de captación de auga potable, e outro no río Coroño, a onde van desembocar moitos regos das zonas queimadas. Se se producen arrastres de cinzas, imos ter un problema».

En cuanto a otras infraestructuras municipales, Romero lamentaba la situación en la que ha quedado el mirador de A Figueira, donde en los últimos meses se había realizado un esfuerzo para su puesta en valor, habilitando incluso un espacio de aparcamiento. Otro punto de interés turístico como es el Castelo de Vitres ha sido, una vez más, otro de los grandes damnificados por el incendio. «Puxéranse indicadores e pezas de carpintería na ruta de sendeirismo que agora hai que repoñer», comentaba el alcalde boirense.

Su homólogo de Ribeira, por su parte, señalaba que no tenía constancia de daños en infraestructuras de titularidad municipal. Sí los hubo, añadió Manuel Ruiz Rivas, en líneas de media tensión del tendido eléctrico, unos desperfectos que se solventaron con rapidez para restablecer el servicio.

En mente de los tres alcaldes está la necesidad de que se inicien cuanto antes las tareas de regeneración del terreno para evitar la erosión. En este sentido, esta semana se celebró una primera reunión con técnicos de Medio Rural para analizar cuáles son las zonas prioritarias.

Técnicos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán evalúan la afectación del suelo

Tal y como había anunciado el conselleiro de Medio Rural, José González, técnicos especialistas del Centro de Investigación Forestal de Lourizán están trabajando sobre el terreno calcinado por el gran incendio de este verano en Barbanza. Un equipo se desplazó a la comarca con la misión de evaluar la afectación causada por el fuego en el suelo y determinar qué medidas adoptar para recuperar la potencia forestal de los espacios dañados.

Estos trabajos comenzaron en la zona de Boiro en la tarde del martes, y el objetivo final es regenerar el terreno con la mayor celeridad posible para evitar escorrentías hacia el mar.

En cuanto al estado del incendio, a última hora del miércoles seguía en la misma situación que en las jornadas precedentes: estaba estabilizado. En el monte, los medios de extinción continúan atentos a posibles reproducciones, mientras que el recuento total de los efectivos movilizados en la comarca sigue en aumento. Según el último parte, en el operativo que se desplegó en la sierra participaron diez técnicos, 104 agentes forestales, 180 brigadas, 99 motobombas, 12 palas, cinco unidades técnicas de apoyo, 15 aviones y 12 helicópteros.