Los barbanzanos dieron la bienvenida al 2020 con brindis de leche, fiestas en la calle y hasta un chapuzón en el mar
02 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El cambio de decenio o la casualidad quisieron que la despedida del 2019 fuese el más variopinto y animado colofón de año que se recuerda en la comarca. Hubo actividades muy diversas a lo largo y ancho de la comarca, desde brindis con leche hasta campanadas con gominolas, pasando por el chapuzón que se dieron en el frío mar de Porto do Son los integrantes de Senda XXI.
El club que preside Manoli Filgueira recurrió al deporte de la natación para despedir el 2019 y reunió a un nutrido grupo de osados, entre los que había varios niños, en la playa de As Gaivotas. Tras el chapuzón, tuvo lugar un brindis con chocolate caliente.
También arrancó con deporte la despedida del año en Mazaricos. Varios cientos de personas de todas las edades se congregaron en A Picota para correr y, de paso, dar visibilidad al sector lácteo, el principal motor económico del municipio. Hubo una presencia destacada de niños, que además recorrer un circuito de medio kilómetro se lo pasaron en grande rompiendo una piñata con forma de vaca.
Campanadas con gominolas
Los mayores completaron una distancia de cuatro kilómetros imponiéndose en la categoría masculina Rubén Insua y en la femenina, Rocío Alvite. La música de las pandereteiras de Amas de Casa y un brindis con leche pusieron el broche.
Las fiestas de Fin de Año fueron más tradicionales en Ribeira y Rianxo, donde se montaron sendas carpas con música disco. Eso sí, en la villa de Castelao, para no perder la costumbre, se entonó la mítica Rianxeira tras unas campanas con retraso, pues llegaron a las tres de la madrugada, en las que las uvas se trocaron por dulces gominolas.
En Corrubedo, los vecinos volvieron a salir a la calle convocados por la asociación XI Séculos para comer las uvas y brindar por el nuevo año.
También hubo el tradicional brindis en Rotogal, donde se entregaron los regalos del concurso de postales.