Una oficina para todo tipo de profesiones

Paula Riveiro / p. c. RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Dos autónomos de A Pobra ya se instalaron en el nuevo centro de «coworking»

24 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tener una oficina propia, con una buena conexión a Internet y con todas las comodidades que se necesitan para trabajar cada día es algo inasumible para muchos jóvenes emprendedores, que se ven obligados a montar la oficina en sus propias casas. Ante esta demanda de sitios en los que fundar una empresa propia, surgen los espacios coworking, o lo que es lo mismo, una alternativa económica al alquiler de un local individual. Este nuevo concepto ha revolucionado el empleo tradicional en las ciudades gallegas y ya ha irrumpido también en Barbanza. En el que era el restaurante O Lagar ahora dos jóvenes autónomos de A Pobra, establecieron allí su lugar de trabajo.

Ellos son Iago Santos y Adrián González que, al terminar sus estudios universitarios, decidieron hacerse un hueco en sus respectivos sectores y probar suerte por su propia cuenta. «Este concepto de oficina está moi asentado nas grandes cidades, pero en pobos como este aínda non é moi común», comenta González. Y es que los grandes núcleos urbanos presentan numerosas opciones a la hora de entrar en el mercado laboral. Frente a ello, la instalación de estos espacios se presenta como una alternativa para que los recién graduados lleven a cabo su profesión en su lugar de residencia habitual cuando se trata de poblaciones pequeñas.

Iago Santos estudió ingeniería informática en A Coruña pero, a la hora de entrar al mundo laboral, quiso volver a su pueblo natal. «Vengo por las mañanas y trabajo en un par de proyectos personales y en alguna cosa que me encargan», dice. Porque, como buen emprendedor, está envuelto en dos ideas innovadoras que pronto verán la luz. Una de ellas es una web para la gestión de equipos deportivos y la otra es una forma distinta de comprar online y potenciar el comercio local. Además de estos proyectos personales, el informático también crea páginas web por encargo para empresas y, en este momento, está inmerso en el portal para promocionar el propio centro coworking de A Pobra.

Espacio de reunión

Por su parte, Adrián González también acude cada día a este centro para desempeñar trabajos personales y encargos de personas o empresas externas. «Estar aquí tamén me permite ter un sitio no que reunirme cos clientes», comenta. Porque dar una buena imagen es esencial para establecerse en el mercado, añade. Estudió fotografía y ahora se dedica a la gestión y creación de contenidos para redes sociales.

Dos profesiones completamente distintas, pero que se pueden desempeñar bajo el mismo techo. «Traballar aquí tamén nos axuda a darnos a coñecer. Se vén unha persoa a contratar unha páxina web e aquí hai un fotógrafo, podemos ter traballo para os dous», reconocen. Porque la finalidad de estas oficinas cooperativas no está solo en dividir los gastos de luz o Internet, sino que también son lugares dinámicos, en los que compartir contactos, ideas e impresiones.

Los trámites para la creación de este centro empezaron en noviembre, pero no se hizo realidad hasta esta primavera. Aunque está acondicionado para diez emprendedores, de momento solo estos dos se establecieron allí. Además de las propias mesas que conforman la oficina, las instalaciones disponen de una sala de reuniones, una habitación acondicionada para proyecciones o impartir charlas y una pequeña cocina. Solo hay que cubrir un formulario de inscripción para trabajar en el espacio coworking de A Pobra, pero es importante «ter unha idea innovadora para emprender e esforzarse moito», destacan.