San Roque se empapa de optimismo

a. luaña / e. huetos VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Manuel Millán apeló a los éxitos de los vilagarcianos para superar las dificultades

15 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los hermanos Paz, Julio Suárez y ahora Veloso sirvieron de ejemplo a Manuel Millán para, desde el balcón consistorial de Ravella, animar a los vilagarcianos a seguir su ejemplo, impregnarse de optimismo y vivir las fiestas de San Roque como se merecen. Se olvidó de sí mismo, de esa carrera dramática que empezó en su ciudad natal y que fue escalando de éxito en éxito hasta protagonizar series de lujo o trabajar a las órdenes de los más reputados directores de cine.

El cine, por supuesto, rodó detrás del pregón que abrieron las fiestas de San Roque. Primero, el reconocido actor se dio el gusto de hacerse pasar por el alcalde al modo Berlanga: «Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación...», dijo. Pero se calló ante el temor de que Fole lo corriera a garrotazos por los pasillos de la casa consistorial.

Una mirada atrás de película

Luego hizo un repaso en flash back por su infancia en Vilagarcía: El Liceo, donde empezó a actuar, el Cervantes, el Arosa -donde vio Tarzán- o el Fantasio, donde se paraba a ver los carteles de las películas. «Cando alguén viña buscarme a casa, miña nai dicía: ¡Ide ao Fantasio, que estará alí vendo as fotos». Y su madre y el resto de la familia aplaudían desde primera fila, orgullosos de ese vilagarciano que triunfó como triunfaron los Paz, Julio Suárez o Veloso.

A ellos y a ese espíritu emprendedor que siempre fue unido a la ciudad apeló el actor para impregnar optimismo y animar a disfrutar de las fiestas; eso sí, con una cierta mesura el Día da Auga, «porque ao día seguinte e a Ameixa de Carril, e a auga é a auga, pero a ameixa...» Y por supuesto, sin olvidar que luego llegan las Revenidas, «que este ano teñen moi bo cartel».

La ofrenda al santo

Finalizado el pregón, que como había prometido fue corto para que el público no le dijese «¿Por qué no te callas?», el alcalde le puso la insignia de oro de la ciudad, y acto seguido la comitiva se desplazó al atrio de la iglesia parroquial, donde tuvo lugar el segundo acto de la jornada inaugural de las fiestas. Como en el pregón, también en la tradicional ofrenda del regidor al santo patrón el mensaje del alcalde se impregnó de optimismo.

Sin ocultar ninguno de los problemas por los que atraviesan los vilagarcianos, Tomás Fole subrayó que «no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista», y por eso se manifestó convencido de que «pase lo que pase, lo superaremos» y para ello pidió la intermediación de San Roque, «para que nos ayudes a infundir optimismo, primer y fundamental paso para superar cualquier crisis y emprender cualquier camino hacia el progreso». Por eso, y por muchas cosas más, «¡Viva San Roque! ¡Viva Vilagarcía!».

El actor recordó a otros que triunfaron: los Paz, Julio Suárez y Veloso