Los operarios podrán ser enviados a casa, alternativamente, hasta 180 días
07 nov 2012 . Actualizado a las 04:17 h.Como casi todas las empresas dedicadas a la ferralla, Hierros Santa Cruz está acusando el parón de la construcción. La carga de trabajo en esta empresa ha caído, y para aguantar el pulso a la crisis, la dirección ha decidido plantear un expediente de regulación de empleo suspensivo y rotativo. Durante ocho meses, la empresa tendrá la posibilidad de ajustar su plantilla a las necesidades reales de la producción. De los 65 trabajadores, 51 podrán ser enviados a casa hasta un máximo de 180 días, de forma alternativa.
José Martín, el gerente de Hierros Santa Cruz, explicaba ayer que la empresa ha querido «repartir el efecto del ERE entre el mayor número de personas posible», ya que eso contribuirá también a hacerlo más llevadero para los afectados. El objetivo último de la dirección, señalan, es superar la crisis y conseguir «mantener todos los puestos de trabajo». Para alcanzar han decidido recurrir al ERE, «una herramienta que tenemos» para ganar tiempo.
El expediente de regulación de empleo afectará a trabajadores de dos de los centros de trabajo del grupo: uno en A Pedreira (Meaño) y otro en A Picaraña (Padrón). La plantilla del almacén situado en la carretera Cambados-O Grove, de momento, se ha quedado al margen de este mal trago.
Hierros Santa Cruz presentó el ERE ante la autoridad laboral el pasado 29 de octubre. Al mismo tiempo, se hacía entrega a los representantes de los trabajadores de una copia del documento, y el lunes mantuvieron una reunión con los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, que ostentan la representación de la plantilla, a fin de abordar este asunto.
José Martín asegura que, hasta la fecha, las reuniones han transcurrido en un clima de diálogo y cordialidad. Y así espera que sigan las cosas el viernes, cuando se mantendrá una nueva reunión para seguir atando cabos.
Los sindicatos, por su parte, se muestran cautos a la espera de que se celebre la reunión del viernes, en la que la empresa deberá dar respuesta a algunas modificaciones y planteamientos realizados por los trabajadores y que, inicialmente, no parecen haber sido mal recibidos. Lourdes Diz, responsable de la federación del metal y la construcción en las comarcas de Pontevedra, Arousa y Deza, señalaba ayer que la empresa no ha apelado a razones económicas, si no «a causas técnicas y organizativas». El viernes confían en disponer de más información sobre los planteamientos de la empresa y sobre cómo se concretará el expediente en los dos centros de trabajo por él afectados.