Los niños de la escuela infantil de Tremoedo han aprendido este año las posibilidades de la energía eólica creando un aerogenerador con el que producen luz para el patio
07 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Los pequeños de la escuela infantil de Tremoedo llevan muchos años, comandados por su profesor Santiago Penas, estudiando y cuidando el medio ambiente. Este curso lo han dedicado a la energía eólica y se han dado cuenta de la importancia de utilizar energías renovables para contribuir a la conservación del entorno. Dentro de este proyecto, su objetivo era instalar en el patio un sistema de iluminación que, utilizando el poder del viento, permitiese iluminar el centro durante la noche o extraer energía extra para iluminar el patio cubierto en los días de invierno.
Aprovechando que la orientación espacial del colegio posibilita que se disponga de una corriente de aire casi permanente, han pensado que sería una buena idea aprovechar ese potenciar para crear energía.
El primer paso fue buscar información sobre la forma de montar una pequeña central eólica en el centro, tratando de involucrar lo más posible a las familias de los niños, que siempre colaboran con las actividades que diseña su maestro. El ordenador también es un buen aliado cuando se trata de buscar información, de modo que esa vía también fue explorada por la comunidad educativa de Tremoedo. También echaron mano de los distribuidores de materiales eléctricos de la zona para que enriqueciesen el programa con sus conocimientos.
Al final, las familias resultaron, una vez más, decisivas para la puesta en marcha del proyecto. Martín, padre de Iria, fue el principal artífice de un aerogenerador casero que ha sido instalado en el patio de la escuela, desde donde producirá electricidad para un pequeño foco.
Con este artilugio se consigue un doble objetivo. Porque además de la producción de una energía limpia, también se han utilizado, para construir el aerogenerador, materiales de desecho, como piezas de bicicleta y un ventilador del motor de un automóvil, entre otras cosas.
Ayer por la mañana los escolares y sus padres acudieron al centro para poner en marcha el aerogenerador, pero también para que los pequeños pudiesen recibir unos miniaerogeneradores que se llevaron para sus domicilios. A este respecto, el profesor quiso destacar la escasa formación sobre este tema de los profesionales de la electricidad de la zona, pues fue necesario recurrir a un distribuidor de la provincia de Lugo para conseguir esos pequeños artilugios que los niños se llevaron.
También intentaron que los centros de Educación Secundaria de la comarca colaborasen con este proyecto, pero lamentablemente ninguno de ellos respondió a la llamada de la escuela infantil de Tremoedo.
Además de esta iniciativa novedosa, los chavales continuaron trabajando en el mantenimiento de los proyectos puestos en marcha durante su ya larga trayectoria de colaboración con el programa ambiental de Voz Natura. El jardín, el invernadero, el estanque de ranas y peces, el pequeño huerto, la estación meteorológica, la jaula de pájaros, el bosque de especies autóctonas, situado en las inmediaciones del recinto, el tren de reciclado o el compostero son algunos de los programas en los que han trabajado los alumnos que han pasado por la escuela infantil a lo largo de los últimos años.
Lejos de quedarse ahí, el maestro de Tremoedo está pensando ya en la próxima edición del programa de Voz Natura, cuando tratará de buscar algún sistema para aprovechar, en este caso, el agua de lluvia como otro método para la producción de energía eléctrica.