«Buscamos gente de aquí para trabajar en hostelería, pero no hay»

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

pepa losada

Algunos empresarios reconocen que hay quien ha dañado al sector con jornadas maratonianas y sueldos bajos

10 may 2017 . Actualizado a las 21:47 h.

El debate está abierto. Ante la inminente temporada estival, los hosteleros están encontrando dificultades para encontrar personal dispuesto a trabajar en el sector. Ocurre singularmente en localidades como Ribadeo, con un gran peso del turismo. En una nueva ronda de conversaciones con empresarios del sector, todos confirmaron la noticia avanzada ayer por La Voz: la escasez de personal. Más allá de los salarios, los hosteleros consultados opinan que el problema radica en la obligación de trabajar en festivos y fines de semana, días claves para la hostelería. Y todos coinciden en que es un problema de muy difícil solución. Quienes se animan a opinar en las redes sociales parece que sí tienen claras las razones, y generalizan: jornadas maratonianas y salarios que no las compensan.

María Hermida, directora del hotel Vila do Val de Ferreira do Valadouro, señala: «Es cierto que no hay personal; para el hotel sí, pero para camareros y cocina cuesta muchísimo». Y añade: «¿La solución? Quizás hacer borrón y cuenta nueva, corrigiendo vicios por las dos partes, tanto de hosteleros que han cometido abusos en salarios y libranzas como de trabajadores que aceptan determinadas condiciones. Son vicios que están instaurados y que son difíciles de superar. Aquí somos mucho de si el de al lado no cierra hasta las once, pues yo tampoco... y si con él no libran, pues conmigo tampoco. Y eso lleva a esto».

A juicio de María Hermida, el trabajo de la hostelería, del camarero, no está valorado, comenzando por muchos clientes: «Es como si se tomara como un trabajo de segunda, cuando no es así. Es tan digno y necesario como cualquier otro, pero muchos no lo ven igual».

Las consecuencias son visibles: «Sí es cierto que la gente evita trabajar en hostelería. Conmigo trabajan ocho horas, pero aún así no encuentras gente... Les asusta, no se agarran a estos trabajos».

Lara Leytón, responsable del Hotel Leytón de Foz, explicó ayer que demanda personal para cocina, cafetería, limpieza de habitaciones... «Para todo. No entiendo por qué no hay gente que se preste a trabajar en hostelería. Es cierto que exige ciertos sacrificios y también hay hosteleros que machacan al personal, pero jornadas puntuales de diez horas, por encima del horario estipulado, se hacen en todos los trabajos, no son exclusivas de la hostelería».

Las libranzas

«En hostelería no puedes pretender librar los sábados o los festivos; eso lo entiende cualquiera, pero por mi experiencia, cuando llega alguien pidiendo trabajo es habitual que una de las primeras cosas que pregunta es cuándo va a librar», añade. Lara Leytón recuerda cómo hace años se contactó y formó gente de Santo Domingo para que viniese a trabajar en el sector de la hostelería español. «Después hubo otra época en la que vinieron muchos rumanos, si bien ahora apenas quedan. Buscamos gente de aquí, pero no hay. Yo ahora tengo trabajando a un chico de Brasil, a otro de Marruecos, a uno que vino de Barcelona... ».

Sueldos

De los sueldos, Lara Leytón opina que, partiendo del convenio y teniendo en cuenta que a veces se contrata a gente sin ninguna formación ni experiencia, deben ir parejos a la capacidad y valía del empleado: «Por supuesto que se puede pagar más, pero hay que demostrar que se vale para el trabajo», añade.

Lara Leytón explica que falta personal a pesar de que, en su caso, «pusimos anuncios en medios, en las redes sociales, informamos al Concello, el boca a boca... pero no encuentro gente. Al final, te arreglas con lo que tienes. Es una pena, teniendo como tenemos aquí una escuela de hostelería que da una formación excelente. Pero se van para Canarias, Italia... Apenas conozco alumnos que se queden por aquí». Y como María Hermida, reconoce que el personal de hostelería no es valorado por muchos clientes: «Llegan a comer a horas intempestivas, y exigen que les sirvas igual».