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Moline, el pueblo del John Deere

AGRICULTURA

CEDRÓN

El icono del campo gallego nació en esa ciudad a orillas del Misisipi; su desarrollo tecnológico fue en paralelo al de la agricultura del Medio Oeste

03 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay mucha diferencia entre las bastas llanuras del interior de Illinois, plagadas de enormes plantaciones de maíz o soja, y las del interior de Iowa. En 1994, a falta de carné de conducir, un hombre mayor de un pequeño pueblo de Iowa cogió su segadora John Deere para echarse a la carretera e ir a ver a Wisconsin a su hermano enfermo, con el que no cruzaba palabra desde hacía diez años. Ese relato verdadero lo recogió David Lynch en una película. Puede que por eso, cuando se conduce desde Chicago en dirección a Iowa, parece que, de repente, va a aparecer un señor montado en un Pascualín. Pero lo que uno se encuentra son grandes tractores John Deere limpiando la cuneta. Y, de no ser por lo inmensas que son aquí las granjas, o porque, en lugar de ferrados o hectáreas, cuentan los terrenos en acres, parecería que de repente uno se ha metido en un agujero de gusano que lo ha transportado a Galicia.

Tras más de dos horas pendiente del pedal del acelerador, aparece un cartel que indica John Deere Road. Poco después, a la derecha de la carretera principal se levanta un área comercial. El aparcamiento está lleno de coches que cargan bolsas con la compra. Una mujer rubia con una pañoleta transparente en el pelo avanza hacia su camioneta pick up.

-¿Sabe cómo llegar al centro de Moline?

-No sabría indicarle, porque aunque soy del condado de Rock Island (un territorio fronterizo con Iowa en el que un 85 % de la población es blanca) no acostumbro a ir al centro. Quizá le indiquen dentro.

La pregunta fue un error. Porque más que dónde está el centro de Moline, lo que saben indicar en Rock Island es dónde está la central del grupo John Deere. Se encuentra justo al lado del río Misisipi, en la parte antigua de esta ciudad de cerca de 44.000 habitantes distribuida en barrios de viviendas unifamiliares con porche y jardín, fundada por emigrantes belgas. Ahí, entre los setos, ganan los carteles de apoyo a Hillary. Se ve uno a favor de Trump. De hecho, Obama ganó en el condado en el 2012 con un 60,2 % de los votos.

La ubicación de Moline, junto a una de las vías de tráfico fluvial más populares del continente, fue lo que hizo que en 1948 el herrero John Deere se trasladara allí desde Grand Decatour, donde había construido su primer arado. Con los tractores comenzaría después.

Don, un voluntario del John Deere Pavillion, cuenta orgulloso al visitante la historia de una compañía que ha ido evolucionando al mismo tiempo que el sector agrícola del interior de Illinois y Iowa. Ahora es una de las empresas que más empleo crea en esta zona rural, un área en la que, al contrario de los condados del sur del Estado donde ganan los republicanos, se suele votar azul. También crea puestos de trabajo en Davenport (Iowa), justo al otro lado del río.

La Moline Preservation Society ofrece datos: «Deere & Company es la mayor fuente de empleo de la comunidad Quad Cities (comprende cuatro condados de Iowa e Illinois), donde genera 7.625 puestos de trabajo, además de atraer personal cualificado de todo el mundo. La compañía donó también este año a diferentes organizaciones de la zona 10 millones de dólares».

El dinero fluye en Moline. No hay que rebuscar para comprobarlo. Lagomarcinos, una antigua chocolatería en la que no han dejado de hacer bombones belgas desde 1908, está llena de gente almorzando y comprando dulces. Hay cola para pagar.

En la mayor parte de los restaurantes es necesario esperar para conseguir una mesa. Sobre todo hay que hacerlo en el tailandés Lemongrass. No hay más que observar a la clientela que se acerca para comer. La mayoría cuelgan una tarjeta de trabajador de John Deere.