Omar al Bashir logra una victoria holgada en las elecciones de Sudán

Guillaume Lavallee

INTERNACIONAL

Se compromete a hacer en enero, tal como estaba previsto, el referendo sobre la independencia del sur

27 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El presidente sudanés, Omar al Bashir, primer jefe de Estado de la historia que ha sido objeto de una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional (TPI), resultó ganador, con el 68,24% de votos, de los primeros comicios multipartidistas en 24 años que se celebraron en su país y que, según los observadores, no se ajustaron a las «normas internacionales». El presidente de la región semiautónoma de Sudán del Sur, Salva Kiir, también conserva su puesto.

«Es una victoria para todos», se congratuló Bashir, en un discurso televisado, en el que se comprometió a organizar en enero, como estaba previsto, un referendo sobre la independencia de Sudán del Sur, en aplicación del acuerdo de paz que puso fin en el 2005 a 21 años de guerra civil.

La victoria de Bashir estaba cantada debido a la retirada de sus dos principales adversarios: Yasser Arman, un musulmán laico que defendía el estandarte de los ex rebeldes del Movimiento Popular de Liberación de Sudán (SPLM), y Sadek al Mahdi, jefe del partido Umma, al que Bashir expulsó del poder en 1989 mediante un golpe de Estado. No obstante, en Sudán del Sur los electores votaron mayoritariamente por Arman, que obtuvo más de 20% de los votos pese a su boicot.

En los comicios para esta región, el saliente Salva Kiir, jefe del SPLM, obtuvo el 92,9% de los votos. Su único rival era Lam Akol, ex ministro de Relaciones Exteriores y antiguo miembro de la rebelión sudista que ha cambiado de chaqueta en múltiples ocasiones.

Bashir quería una victoria sin equívocos para dejar con un palmo de narices a Occidente y al TPI, que ordenó su arresto el el año pasado por crímenes de guerra y contra la humanidad en Darfur. Su elección «demostrará que las acusaciones son falsas» y que la «población rechaza las posiciones del TPI», declaró la semana pasada su asesor, Nafie Ali Nafie.

Darfur es escenario desde hace siete años de una guerra civil que según la ONU originó 300.000 muertos y 2,7 millones de desplazados.

Los ministros de Exteriores de la UE reaccionaron a la reelección de Bashir «recordando que la impunidad de crímenes internacionales gravísimos es y sigue siendo inaceptable».

Las elecciones se vieron empañadas por el boicot de parte de la oposición, las acusaciones de fraude y problemas técnicos que complicaron la votación y el anuncio de los resultados. Los observadores de la UE y de la Fundación Carter estimaron que no se ajustaron a las «normas internacionales».

El reelegido presidente es un militar bajo influencia islamista que gobierna el país más grande de África desde hace más de dos decenios. De 66 años, rollizo, calvo y con largos bigotes, tiene por costumbre iniciar sus discursos con un brioso paso de baile, moviendo su bastón en el aire. Sus 21 años al frente de Sudán han estado marcados por guerras civiles en el sur del país, hasta la paz del 2005, y en la provincia occidental de Darfur desde el 2003.