Entre las autovías que son responsabilidad del Gobierno gallego, el paradigma del desfase en la ejecución es el vial de la Costa da Morte, entre Carballo y Berdoias. Pero este proyecto, que acumulará a su conclusión una demora de al menos seis años, también se ha convertido en la primera evidencia del impacto de la crisis en la construcción de obra pública, con una renuncia por falta de liquidez de la adjudicataria inicial del vial que ha obligado a la Xunta a realizar una nueva licitación.
En este caso, la renuncia proyecta los nubarrones de la crisis sobre el sistema de infraestructuras en régimen de concesión al que la Xunta también ha recurrido en la autovía A-56 (Santiago-Brión), para desdoblar los corredores de Barbanza y O Salnés, y en la conexión de la A-52 con Celanova. Esta última actuación, cuya adjudicataria invertirá este año 34 millones de euros, se encuentra en ejecución y tiene un calendario de entrada en servicio en el 2013, por lo que acumulará cinco años de retraso.
Tercera ronda coruñesa
Con el mismo horizonte discurren las obras de la tercera ronda de A Coruña, donde serán necesarios más de seis años de trabajos para realizar una circunvalación urbana de 4,4 kilómetros. Los ciudadanos podrán utilizar ese vial, en el mejor de los casos, cinco años más tarde de lo inicialmente previsto.
Hasta el 2014 y más allá
En el sur, la Xunta aplica el plazo del 2013 al desdoblamiento del corredor de O Morrazo, un recorrido de 15 kilómetros que está en fase de estudio informativo; y del 2012 para la autovía de 4,6 kilómetros que conectará la A-52 con la plataforma logística Salvaterra-As Neves (Plisan), y que ya ha sido adjudicada.
El plan Move del Gobierno de Feijoo programa para el 2014 la apertura de la autovía Curro-Baión, que se encuentra ahora en fase de expropiaciones. Aunque el itinerario completo por vía de alta capacidad entre Pontevedra y Vilagarcía se demorará hasta el 2017, según los planes de Fomento para el enlace de la ciudad del Lérez con Curro.
La Xunta pretende disponer en el 2014 del desdoblamiento del corredor Brión-Noia, que dará continuidad a la A-56 para unir Santiago con la costa por autovía. Los 9 kilómetros del enlace de la de O Salnés con O Grove, ahora en estudio informativo, quedarán para el 2015.