El debate sobre la fusión bloquea los planes estratégicos de las dos cajas

ECONOMÍA

Las entidades frenan inversiones a medio plazo, mientras otras marcas tratan de ganar mercado en Galicia

14 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La incertidumbre que rodea al futuro de las dos cajas gallegas en este final del 2009 -¿seguirán juntas o por separado?- se ha trasladado ya a los programas estratégicos de Caixa Galicia y de Caixanova. Las directrices maestras de las entidades para el próximo año y para los sucesivos «están congeladas», explican fuentes de esas firmas, a la espera de saber en los próximos meses por dónde caminará su desarrollo.

El problema, explican las mismas fuentes, está en conocer con qué presupuesto se parte para esos grandes proyectos, si serán compatibles o no con las decisiones de alianzas del futuro y si engordarán la cartera de riesgos en caso de una fusión gallega, la vía que desea la Xunta. Todo eso está parado, o, cuando menos, bastante retrasado, constatan las fuentes consultadas. «Por eso es mejor que esto se resuelva rápido», explican las mismas voces.

No significa eso que el trabajo diario se vea menguado. «No afecta al día a día comercial», explican fuentes sindicales en las cajas. La tarea doméstica de pequeña escala (hipotecas, créditos al consumo, nuevos depósitos...) sigue su curso, aunque marcada, lógicamente, por la situación económica actual. De hecho, la cartera de créditos se mantiene casi invariable en las dos firmas entre enero y agosto, tiempo en el que se comenzó a hablar de la posible fusión: unos 36.000 millones en Caixa Galicia, 17.000 para Caixanova.

«Evidentemente, cualquier gran decisión de inversiones o de créditos se miran con lupa precisamente por esa incertidumbre», ratifican fuentes sindicales de Caixa Galicia. «Teniendo en cuenta el entorno económico en el que estamos, los grandes proyectos se están congelando, pero no solo por la fusión, sino también por la situación financiera general», constata otro representante de los trabajadores en Caixanova.

Hasta febrero o marzo no se conocerán los datos más certeros sobre cómo ha influido el debate sobre el futuro de las cajas en sus números. Será entonces cuando revelen los datos de final de año, el trimestre en el que se han expuesto públicamente las posturas de unos y otros, y cuando la Xunta ha manifestado su preferencia por la unión de las dos entidades.

Cartera industrial

Decisiones que se pueden ver comprometidas, y que por ello se están demorando, tienen que ver, por ejemplo, con posibilidades de incrementar la cartera industrial -el único movimiento importante realizado por ambas ha sido la compra de una parte de Itínere- o de continuar su política de desinversiones para mejorar las cuentas. Una prudencia que también influye a la hora de evaluar riesgos de clientes para conceder determinados productos.

¿Quién se está beneficiando de esa incertidumbre? Otras marcas que entienden que el debate sobre fusiones en un territorio permite arañar mercado. «Si tu equipo se une a otro, pues igual tú se cambias a un tercero», explica gráficamente un alto directivo de una caja implantada en la comunidad. El caso más evidente es el del Banco Pastor, que puso en marcha a inicios de otoño una gran campaña con depósitos y créditos ventajosos, recordando además la vinculación a Galicia de la entidad. Otras entidades, como Bancaja o Ibercaja, fuera por ahora de procesos de fusión, también están reforzando sus líneas en la comunidad, al igual que bancos como el Sabadell. «Y no solo por la incertidumbre -constata otro ejecutivo-, sino porque si las dos entidades se unen, tendrán un tiempo de adaptación que el resto no vamos a desaprovechar, pasa en todos los territorios».