Los rojiblancos, que fueron superados en el aspecto físico, tampoco vieron puerta en el choque ante el Fabril
03 ago 2009 . Actualizado a las 17:34 h.Dos partes radicalmente opuestas fueron las que el Lugo firmó ayer en Miño. Los rojiblancos volvieron a realizar una apuesta por adueñarse del balón, pero en la primera mitad pagaron la juventud de los medios centros con una ligera incapacidad de conectar con sus hombres más avanzados. Por su parte, el Deportivo B exprimió la presión y le sacó un alto rendimiento gracias a las reducidas dimensiones del terreno y a un césped lento. En el desenlace del choque, el Fabril obtuvo petróleo de las jugadas a balón parado para noquear a los de Quique Setién.
En la primera mitad, el fútbol estuvo escondido detrás de un manto de gran agresividad del Deportivo B. El Lugo, por su parte, brilló en la parcela defensiva, con muy buena actividad y colocación. Pero los de Setién no dispusieron de ocasiones claras y tuvieron que apelar a la calidad individual en la vanguardia.
Por el cuadro rojiblanco brilló Cristóbal. Cabalgando desde el lateral derecho, el nuevo futbolista del Lugo se erigió en el amo de su banda y de sus botas partieron los mejores servicios del conjunto dirigido por Quique Setién.
El preparador de los lucenses apostó por la juventud en el doble pivote. Sin embargo, a Dapo y Make les costó enlazar con los hombres de arriba. El Deportivo B trató de tomar las riendas de la posesión, pero los coruñeses pagaron su aparente nerviosismo con un juego cargado de imprecisiones.
Escalona, en su debut en la portería del Lugo, apenas tuvo trabajo. Pero resolvió con solvencia la única ocasión generada por el equipo de Tito Ramallo a lo largo de la primera mitad.
Mejoría
Tras el descanso, el Lugo mejoró con Seoane y Marcos Rodríguez en la medular. Los dos refuerzos aportaron frescura y dieron mordiente por el centro. Pero Losada y Rubén Pardo se ahogaron ante la superioridad física del Deportivo.
El partido se rompió con el primer gol del Deportivo B, que llegó después de que Karl, el mejor de los herculinos, enviase a la red un córner botado por Pick.
Los lucenses trataron de aprovechar el correcalles para equilibrar la contienda. Pero Marcos Valín, muy acertado, salvó las mejores oportunidades de los rojiblancos, que partieron de Rubén Pardo y de una falta directa ejecutada por Alberto García.
En el último minuto, el Deportivo B anotó el segundo gol en un nuevo saque de esquina. Varios fallos en el despeje de la zaga lucense propiciaron que los de Tito Ramallo sentenciasen por medio de Pick.