El conflicto por el pretendido cierre de Alcoa, el fin de la minería, los ajustes de ArcelorMittal o el repentino ERE presentado por Vesuvius dan cuenta de la vulnerabilidad de un sector considerado el motor económico de la región
Las empresas con grandes beneficios, como Telefónica o los bancos, tienen que rascarse el bolsillo para las bajas incentivadas. El Estado no las paga desde el 2012