Cien años exactos después de la primera visita de Ernest Hemingway a Pamplona, unas tres decenas de vecinos de Poio emularon este sábado un encierro por una de las calles del casco histórico
Captaban chicas para humillarlas sexualmente, lo grababan en vídeo y lo difundían en un grupo de WhatsApp presidido por la foto de los miembros de la manada de Pamplona
Los niños disfrutaron de actividades vinculadas con la fiesta pamplonica, como correr detrás de un toro para colocarle el rabo o disfrutar del famoso chupinazo