Debemos ser conscientes de que un elevado número de compañías van a desaparecer en el camino a la normalidad. Por eso, será necesario evaluar de forma estricta las ayudas e incentivos que garanticen su viabilidad: la estrategia debería primar aquellas conductas que apuesten por el equilibrio económico y ético, es decir, aquellas que incorporen, además del beneficio, aspectos como la sostenibilidad, y las que reinviertan sus recursos en estructuras que fomenten la creatividad y el conocimiento
Fernando González Laxe